
En cualquier esquina de barrio usted puede preguntar: ¿Sabe alguien dónde venden café? y como lo más normal del mundo le responden: “Mire, en aquel edificio… o en aquella casa pintada de… o la que está frente al parquecito”. Siempre hay una señal identificativa. Y cuando usted llega al lugar señalado se da cuenta que algunas de las personas que caminaban delante se dirigían al mismo sitio e incluso, temerosa de ser timada, indaga por la calidad o procedencia recibe en muy buena forma explicaciones con frases cuasi convincentes:
“No es de la shopping, pero tiene calidad”. Entonces quienes buscan el néctar de ese grano que permite disfrutar de esa bebida tan ligada a las raíces de los cubanos en lo cultural y tradicional, hace que uno cierre los ojos, compre, vuelva en un círculo de sacrificios que implica el pago de un precio multiplicado a “nivel Dios”, para satisfacer hábitos condicionados desde la familia.
Y a mí -que me gusta correr riesgos-; aunque de no gustarme (en este caso del café) perdería dinero, tengo que admitir que he repetido la compra. Pero lo que nadie responde es de dónde sale un café que se vende sin etiquetas, en sobres de papel o nailon, sin ninguna información grabada, siquiera para saber cuántas onzas pesa. Pero ya este café (sin marca registrada) se puede comprar en los quioscos que están legalmente instalados en los barrios y nadie –insisto- sabe de dónde salió el proveedor que suministra. Tal vez me equivoque pero me atrevo a afirmar que la bebida nacional del cubano es el café; ese sorbo amargo, dulce, semidulce o muy dulce que la mayoría; por no decir todos, preferimos al levantarnos y que hace algunos meses no aparece en el mostrador de la bodega ni con etiquetas o sin ella y que en cualquier esquina o timbiriche podamos comprar.
Otras informaciones:

![[impreso]](/file/ultimo/ultimaedicion.jpg?1766625997)
Se habla por el Presidente que la pobkacion tiene que estar informada y en este caso mas los faltantes en el completamente de la canasta básica y al MINCIN parece que esas palabras no es con ellos pirque secquedan callados para dejar todo a la rspeculacion, hasta cuando se va a permitir esta situacion. Siguiendo las palabras del concepto de revolucion, cambiar todo lo que debe ser cambiado, es momento de cambian a ese organismos por personas mas compremitas con la revolucion y el pueblo
El pollo de arroz no es de dónde sacan el café que venden en la calle,sino, cuándo se dará una respuesta del café de la bodega y cuándo se venderá nuevamente. Hay que pensar en los viejitos que reciben una mísera jubilación y necesitan tomar su cafecito en la mañana y no lo pueden pagar en las MIPYMES. Ese es el asunto.
Quiero felicitarla por el periodismo que desarrolla. En Cuba no hay grupos de la droga, ni grupos paramilitares, ni ejércitos en la selva; pero hay temas tan "sencillos" como el problema de café, asociados a la crisis económica y social de Cuba que no se debaten en el noticiero y que hacen del periodista un atrevido. Ud. ha cruzado terreno minado. Por supuesto, no explica lo que sucede en la realidad cubana, como se mueve el cafe, de donde viene, como opera la corrupcion y el robo asociados a este caso particular, etc, pero el mérito está en que aborda el tema. La felicito. Le invito a que devele el problema en su totalidad. Investigue. Aunque dudo de que publique en Cuba
Su comentario es muy bueno pero las autoridades callan y mientras tanto el pueblo sigue sufriendo solo nos basta oír las palabras mágicas "el bloqueo" es el culpable pero y ese café es verdad de donde sale y hay otra cosa ese bichito de café como ud dice le es muy necesario a las personas ya que no hay ni que tomar de desayuno bueno esperemos que algún día regrese a las bodegas
Como siempre, muy certero lo que le han permitido publicar. Ante todo, mucha desinformación a todos los niveles. Eso es lo que más molesta a la población. Todo son arbitrariedades y no se sabe a quién acudir. Las panaderías de la cadena del pan, son antros de corrupción. En la panadeía de Carlos III, nos preguntamos por qué siguen manteniendo a unos "veladores de el orden de la cola", que están solo para maltratar a las personas de la cola y son los líderes de la corrupción. Siempre son 4 o 5, que en cada horneada desvían la mitad de la producción. Hasta cuándo será está situación? De repente, cambiaron la forma de comprar en la tienda de Carlos III. Después de habernos hecho hacer cola para una tarjeta y que ya todos sabíamos detrás de quien íbamos, de sopetón es por orden del núcleo, pero lo más lindo es que ponen los listados y a nadie se le ocurrió ponerle un nombre a dicha columna ( la del número de núcleo) Te citan para las 8 AM, son las 12 y aún no has comprado. El flamante delegado, hace como seis meses que no se le ve un pelo. Y así todo....