El mes de noviembre del actual año sorprendió a quienes tienen el deber diario de poner una mesa servida a la familia. Los mercados estatales comenzaron a ofertar tomates de ensaladas a un precio de 4.20 la libra, gran alivio para los bolsillos, al no tener que desembolsar hasta 20 pesos por la misma cantidad en los llamados mercados de oferta y demanda.
Por lo visto tienen calidad, nos son aquellos tomates verdes que había que esperar días para ver si maduraban, sólo que en ciertos mercados los venden mezclados con los llamados de cocina que son algo más ácidos, pero de todas formas significan un alivio y auguran lo que vendrá, una cosecha abundante y por tanto, los precios deben seguir bajando.
A las puertas de la cosecha de invierno donde aparecerán, además, maíz, coliflor, brócoli, nabos, acelgas y mayor cantidad de coles, es bueno recordar que llegarán las cebollas blancas, las zanahorias y las remolachas.
Y es aquí donde recurro al título de este trabajo. “Estamos a tiempo, de una decisión acertada”. Y aclaro, las cebollas se pueden vender con hojas porque mientras estas estén verdes siguen alimentando al bulbo y de cortar dichas hojas se pudren, y pueden ser utilizadas también como condimentos, pero no sucede igual con las zanahorias y las remolachas por lo que espero que este año que contamos con una documento sobre protección al consumidor, los responsables de velar por su cumplimiento no permitan que a la pesa vayan las hojas de esos vegetales.
Noviembre sorprendió con los tomates y las naranjas, desaparecidas de las tarimas desde hace algunos años, aunque en buena lid los mercados estales han mantenido unas veces más otros menos, variedad de plátanos, boniatos, calabazas, malangas y algunas ensaladas como habichuelas y aguacates. Recuerdo lo que le digo a los dependientes: No tengo conejos que alimentar, quiero las zanahorias sin hojas.
Es así como usted lo refleja, muy poca vinculación de los dirigentes a nivel del municipio y provincia para resolver precozmente las múltiples violaciones que se producen en el día a día del cubano ,falta trabajo sistemático y exigencia como requiere estos difíciles tiempos.