
Corrían los años 90, (el llamado período especial). Un día que regresaba a casa en taxi, con capacidades vacías, el chofer decidió detenerse en la parada del Hospital Naval y solo recogió a mujeres con niños. Curiosa pregunté por qué salieron a la calle con lo difícil del transporte, pues ya era el atardecer. Una mujer dijo, “el psicólogo me señaló que tenía que sacar a los niños, que no podían ver todos los días el mismo paisaje, están alterados”.
Hace años de esa anécdota y viendo todos los días el platanal del frente del edificio, pienso que los niños, adolescentes, ancianos o adultos en general necesitamos cambiar la mirada, visitar a la familia, los amigos, sentarme en el Parque Central... Porque quienes viven en municipios que colindan o con otro paisaje urbano pueden salir y despejar; pero quienes están en La Habana del Este, con repartos distantes, monótonos en su arquitectura y por demás con un túnel de por medio, estamos en desventaja.
Y sí conseguí –gracias a Tribuna– “colocar” a La Habana del Este en el mapa mediático de la capital, porque solo se conocía como ciudad dormitorio o por las Playas del Este, aunque no logro que el transporte tenga una señal mínima de atención que posibilite un cambio significativo para miles de residentes en este territorio. Son varias, por no decir muchas, las guaguas que cada mañana desfilan por las paradas sin vernos, sin tener en cuenta que hay estudiantes, trabajadores, enfermos que necesitan ir a los hospitales, específicamente los ubicados en el municipio de Plaza de la Revolución, solo por citar ejemplos.
Y si por curiosidad usted se detiene un rato en la parada llamada de los “tres picos” al regreso para Alamar, Guanabo o el reparto Bahía, verá pasar ómnibus vacíos que las personas identifican “son de tal o más cual organismo” y nadie para. Por supuesto, no voy a cansarme de apelar a una mirada para los que vivimos y trabajamos en este municipio con un túnel de por medio y donde el cobro de los pasajes resulta astronómico, por parte de los cuentapropistas, y señalo porteadores privados porque hay personas con carros particulares que al vernos pedir “botella” paran sin cobrar. La Habana del Este aspira, necesita por lo menos un “trompo” que nos cruce el túnel.
Ver además:
En la Habana en cuanto a transporte reina una organizada desorganizacion
ES VERDAD LO QUE PLANTEA LA PERIODISTA PERO ESO NO ES IMPORTANTE PORQUE TODO EL ALAMAREÑO LO SABE LO QUE NO SE DICE ES PORQUE ANTES LOS INSPECTORES PARABAN LOS TRANSPORTES Y PODIAN SUBIR ALGUNOS QUE SU CENTRO DE TRABAJO NO TIENEN TRANSPORTE, SABEMOS QUE AHORA HAY MENOS TRANSPORTE, PERO CUALQUIERA CON DOS NEURONAS SABRIA QUE ENTONCES AHORA ES MAS NECESARIO PERO LOS QUE TIENEN QUE PONER LOS INSPECTORES Y VELAR PORQUE FUNCIONEN Y SANCIONAR A LOS QUE NO LE DE LA GANA DE CUMPLIRLO PUES SACARLOS., TIENEN CARROS . Y YA DEJEMOS DE SECRETISMOS QUE TODAS LOS TRANSPORTES PUEDE MONTAR CUALQUIER CUBANO LO DEMAS SON JUSTIFICACIONES
Y SOBRE LA TRANSPORTACION EN MOTOS ELECTRICAS QUE EN ALAMAR CON UN VALOR DE 100.00 PARA CUANDO MAS DOS KILOMETROS PORQUE TODO ES DENTRO DE ALAMAR NI SIQUIERA LLEGAN A LA ENTRADA DE ALAMAR DEBERIA SER MATERIA DE REVISION DEL MINTRANS QUE LE PUEDO ASEGURAR QUE EN MUY POCOS DE LAS RUTAS DE MOTOS ELECTRICAS QUE HA ESTABLECIDO EL MITRANS PUEDEN JUSTIFICARSE MAS NECESARIAS QUE LA DE ALAMAR INTERNO REVISATE MITRANS
Totalmente de acuerdo con usted, poder salir de la Habana del Este es una odisea.