
Decir en Cuba Ceballos, La Conchita, Nela, Doña Delicias, Élite, El mundo… solo con esos nombres de diferentes marcas resultaba posible identificar un excelente puré de tomates, guayaba en conserva, sopas, queso crema, mayonesa, vinagre o vino seco. De esos productos, nadie osaba cuestionar los precios; incluso ahora que son altos.
Sin embargo, tengo ante mí una botella (antes de cerveza) que dice en la etiqueta: “zumo de limón” y, en la parte inferior aclara, 65% de agua y 35% de pulpa de limón…, mezcla que dista mucho de ser un cítrico para aliñar algún cárnico y menos para hacer una simple limonada, sin llegarnos a cuestionar la calidad del agua utilizada y sus características.
Aclaro, para no entrar en discusiones que no llevarán a ninguna parte, no cito a que Mipyme pertenece, ni dónde se produce porque es tan común la mala calidad de no pocas de esas empresas, que cuando algún alimento en conserva se distingue, la población se hace eco y hasta los vecinos dicen: “Si busca un buen puré de tomates ve a tal punto de venta”.
Así se corre la voz en eso que hemos de llamar inteligencia colectiva porque no hay mayor catador que este pueblo en el cual se rompe el récord de innovaciones cuando nos colocamos frente a la cocina e incluso, no pocos han descubierto nuevas variables de recetas en la cual las conservas y condimentos sostienen el paladar o como decimos en buen cubano, el gusto por la buena cocina. Tal alerta, sobre los malos productos, evita que pierdas tu dinero, porque lo que sí es real –del otro lado del mostrador- es que no hay derecho a la devolución. Lo tomas y si lo tomas… te lo llevas.
En una ocasión compré un vinagre que me provocó una alergia y cuando fui al lugar donde lo adquirí, tuve por respuesta: “Lo retiramos de la venta”. No hubo reintegro. Y así sucede con el queso fundido que en ocasiones lo venden amargo. En medio de esto que llamo desorden, no encuentro otro modo, me pregunto:
¿Quién responde por la mala calidad? Se malgastó electricidad, combustible, mercancías, salarios, tiempo…; aunque mirándolo bien las ganancias pueden suplir, para el que comercializa, todo lo mal elaborado.
No pido que se cree una nueva comisión o que los inspectores que ya existen se preocupen por realizar su labor. Emplazo a quienes se empeñan en producir con tan baja calidad que se llamen a conciencia y que digan: ¡Esto sirve, es mi marca, de calidad probada, certificada! y que, nosotros, los consumidores, identifiquemos al productor, los diferenciemos tal y como lo hacemos con productos que tienen el sello de Ceballos, La Conchita, Doña Delicias, Élite y El mundo.
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Pienso que el control de la calidad y los precios se concatenar y si tiene que haber autoridades que ejerzan su función en tal sentido con rigor.Vemos en la TV en la prensa radial y escrita que se conocen los múltiples problemas que tenemos que enfrentar.Pero no puede seguir la protesta de la población sin respuestas concretas en acciones.El compañero Vice Presidente recorre el país, detectando, señalando, aconsejando con paciencia encomiable,el compañero Díaz Canel ídem.¿Entonces? Rigor y medidas contra todo lo que atente contra la seguridad del país,del sistema social QUE NO PODEMOS PERDER.
Considero que la periodista ha expresado un gran problema que tiene la economía cubana y que a mi juicio comenzó hace años desde que se permitió diferencias entre los productos a la exportación y el turismo y otra para la poblacion. Se creó una ccultura de calidad A y calidad B y si la primera parece que ha tenido cierto control por la exigencias de los mercados externos, la segunda no tiene la atención adecuada y el problema lamentablemente no es solo de las MIPYMES. La industria estatal tiene el mismo problema . Véase la mala calidad del pan o la calidad variable del yogur de soya, entre muchos posibles ejemplos. Este problema junto al alza injustificada de precios son todavía asuntos pendientes que afectan a toda la población.
Estoy realmente maravillada con su crítica,ojalá llegue ese día no muy lejano en que podamos volver a comprar precio contra calidad,en estos momentos todo es extremadamente abusivo,sin temor a equivocarme le aseguro que NINGÚN PRODUCTO cumple en nuestra actualidad con estos estándares, tanto en una moneda como en otra.Ayer yo compré en el mercado de Santa Catalina y Vento un paquete de café Cubita de 15 mlc que vence el próximo mes,al preguntar a la dependiente su respuesta" es que aún no a llegado la rebaja de este mes",lo compré porque lo necesitaba urgentemente y como no tengo alternativa es lo tomas o lo dejas.Otro ejemplo muy importante es la calidad pésima de los productos del agro,aunque pasen los días siempre mantienen el mismo precio y mi modesta opinión de las mipyme nunca han tenido calidad,siempre han sido de pésima calidad desde antes,pues que decir ahora con la escasez de productos, ojalá algún día podamos comprar productos con calidad,saludos.
Nada nuevo, mala calidad y caro, , más pequeño y caro. Y donde están los inspectores por supuesto tres, cinco , siete impares para que no le den un billete. Horario de trabajo de los servidores públicos, de 8 a 12M en la calle y de 2 a 3 p.m. oficina.
La cosa es que siguen fabricando con pésima calidad y altos precios, aquí muy pocas cosas funcionan bien y como es lógico esta de las miniindustrias es otra del falso crecimiento económico, en este país no existe legislación ni personas que las hagan cumplir como es debido, es perder el tiempo debatir estos temas que nunca tendrán solución. En ningún lugar del mundo usted puede vender aunque sea un caramelo si no está certificado desde el punto de vista de la calidad, pero mi país sus instituciones no entienden eso....yo no compro esos productos porque me han estafado demasiadas veces.