
La lectura es mi refugio espiritual, lo que no quiere decir que desprecie otros placeres, pero leer un buen libro puede conducirnos por el camino del conocimiento, de la distracción, en fin, por disímiles laberintos que nos hacen plenos. Pero no todos escogemos un libro, como tampoco coincidimos en los caminos que decidimos desandar.
En esos pensamientos andaba cuando reparé en que en varias ocasiones he visto el mismo camión blanco parado frente a la secundaria básica XI Festival, de Alamar. La curiosidad me llevó a llamar, y preguntar lo que me andaba en la cabeza, ¿aún garantizan la merienda escolar? La compañera que respondió explicó que no fallaba ningún día, y yo del otro lado de la línea, atónita, preguntaba y preguntaba, pues reflexionaba, con lo difícil de la comida y ese esquema se mantiene, pero fui más allá y llamé a una primaria para saber si el almuerzo en esos centros seguía ahí y recibí igual respuesta.
Y yo que andaba en una de las pasiones que me envuelven, en los libros y ya daba por borrado programas
vitales como la merienda escolar y el almuerzo de los niños pequeños. Y quise saber más, llamé a un preuniversitario de mi Alamar. Quería estar al corriente si todos los alumnos que aprobaron sus exámenes de ingreso tenían carreras aseguradas y recibí una respuesta increíble: “Los que no aprobaron también tienen posibilidades de estudiar otras carreras”.
Y entonces me dije: el Estado va por incrementar profesionales, que no solo permitirán el avance del país en todos sus caminos. ¡y mira como hay jóvenes que desprecian esas oportunidades!, sin sopesar que cuando sean mayores tiene que buscarse el sustento y al no estar dotados de conocimientos trabajarán en cosas que no les satisfagan. Y al mismo tiempo me preguntaba: ¿Cuántos futuros lectores se perderán de saber que leer es una pasión? Pero como soy una cabezota tengo un vecinito a quien le regalo libros y su abuela se los lee, por lo que por mi cuenta estoy tratando de no dejar en el vacío esa pasión por los libros.
Otras informaciones:
Saludos Ana Maura ,como UD soy un amante de la lectura ,cuando más joven junto con un hermano fallecido estuvimos inscripto en la biblioteca nacional donde siempre sacábamos préstamos de libros ,eso duro bastante tiempo,ahora siempre que puedo leo algún libro nuevo ,o releo alguno ,realmente los jóvenes han perdido ese hábito de la lectura en libros ,ahora todo se reduce a los móviles ,también influye en eso que es difícil muchas veces conseguir libros ya sea por la escasez de los mismos o por el precio elevado que tienen,también las personas se parecen más a su tiempo que a sus padres y este tiempo donde vivimos es de nuevas tecnologías más que de libros impresos,pero no saben lo que se pierden
Mi pasión por la lectura comenzó desde temprana edad y gracias a la Imprenta Nacional en un inicio, y posteriormente al Instituto Cubano del Libro con sus ediciones Huracanes, Radar, etc, pude adentrarme en ese apasionado mundo, aprovechando para leer en cualquier instante, incluso sacrificando sueño por terminar un libro. Hoy me sobra el tiempo, ya jubilado y me encuentro hábido de enfrascarme en la lectura de textos que sean de mí agrado, pues las librerias están saturadas de temas políticos y económicos, que permanecen en los estantes durmiendo el sueño eterno.