Foto:

Apropósito del comentario publicado en tribuna.cu cuyo título es “Ante la violación de los precios, ¿dónde están los inspectores? Transcribo algunos criterios de las opiniones recibidas en la web por parte de los lectores y cito “hacía falta saber dónde están o algún número directo del Gobierno donde se pueda denunciar, es un abuso total.

En todos lados venden el pollo multado y la prensa nacional no exige a las autoridades una respuesta. Hace semanas no se habla de los precios topados cuando antes se hablaba de esto todos los días. Otro lector afirma “La responsabilidad de controlar recae en el Ministerio de Finanzas y Precios (MFP), la Contraloría y los gobiernos municipales, se percibe impunidad de estos violadores que especulan con las necesidades del pueblo. ¿Qué se logra con erogar leyes si luego nadie las hace cumplir? Por solo citar, hagamos referencia al ejemplo del queso fundido que pasó de 360 pesos a 450 pesos de un día para otro. Del precio del pan en otro negocio particular que subió, en cuestión de segundos, cuando la dependiente advirtió que por la caída del servicio eléctrico y el aumento del cambio del dólar, subía el precio de venta otros cien CUP.

Otra opinión alega: “en las ferias semanales que se supone que los precios se topen y haya quién controle, no lo uno ni lo otro”.

A todos les asiste la razón. Solo voy a aclarar que como parte del pueblo, escucho, razono. También me afectan los precios elevados y luego asumo la responsabilidad de trasmitir lo que se comenta a toda voz, pero a los periodistas no nos toca bajar precios, ni tocar puertas para exigirlo.

Soy de las que en la página tres del periódico Tribuna dominical impreso y en el sitio digital o página web tribuna. cu escribe de esos esos temas candentes que a diario molestan o esos que nos ponen alegres por ser solucionados.

También tendría una queja como consumidora que ya vertí en una opinión hace meses y nadie se dio por aludido. EL queso llegó al mercado un día con el precio de 475 CUP la libra, al preguntar la diferencia y características comparados con el fundido a 360, la respuesta fue: “Viene desde de Camagüey”, pero en esa ocasión nadie puso en tablilla queso fundido.

Realmente tenía presencia y calidad mejorada, pero con el decursar del tiempo apareció el nombre queso fundido 475, ¿quién lo determinó?. Cuál fue la explicación? incluso la calidad no es igual que la primera vez que lo adquirí.

Hace años había un eslogan que rezaba. “La calidad es el respeto al pueblo” es hora de dar explicaciones, no solo de queso, sino de todos los precios que andan volando cada vez más altos y no todos pueden tocar el cielo.

Otras informaciones:

Ante la violación de los precios, ¿dónde están los inspectores?