La ausencia de transporte ha obligado a muchos a conocer todo el reparto Alamar caminado por los diferentes trillos que acercan a sus habitantes a los lugares donde comprar, ir a los policlínicos o sencillamente a visitar a una amistad. En lo particular caminar alamar me ha facilitado ampliar mis comentarios en este diario.

Por ejemplo, escucho a la población que si dieron las quejas de que el pollo se vende a 350 pesos la libra, que no están los precios en las diferentes pizarras y al parecer nadie escribe o se hace eco de ese mal trabajo porque todo sigue igual, incluso escucho a mi editor jefe asegurar que los análisis sobre las quejas de la población no llegan en la cantidad y la referencia a los temas que nos afectan, a instancias de la administración del gobierno en la provincia.

Sin embargo a la web de tribuna entran diariamente decenas de estas quejas, algunas de la cuales no son publicadas por su contenido irrespetuoso, es obvio pero no dejan de ser un referente como me sucede cuando un vecino o residente en el reparto me identifica y me pregunta cualquier cosas, queja o donde remitir su denuncia ante cualquier problema.

A ello se suma que la visita de los inspectores es avisada o por lo menos todos conocen que viene por ahí, cuando salen de la supuesta ”inspección” los carteles con el precio del pollo a 350 cup la libra sigue intacto. y testigo de ese hecho me cuestiono juntos la población a qué vinieron? Y no falta quien diga dónde nos quejamos.

Ver además:

El periodismo y la vida cotidiana