
He descubierto lo que me habían "ocultado "durante mucho tiempo, cuando realizaba labores periodísticas en otros órganos de prensa (me reservo citarlos).
Mi labor de comentarista editorial en Tribuna de La Habana abrió una perspectiva desconocida entre lectores e instituciones. Acostumbrada a decir lo que opino, no era monedita de oro, por supuesto, de a quienes criticaba o señalaba con mis diferencias de criterios y por ello en más una ocasión fui objeto de análisis por parte de mis jefes inmediatos quienes creían más en las instituciones que emitían las quejas que en esta reportera.
Para acallar a los “lacerados” me señalaron errores en evaluaciones con argumentos que no podían probar, en fin que decir lo que pensaba costaba mucho.
Por suerte, cuando la voz corría por la crítica de un reportaje con mi crédito, muchísimas veces jefes superiores, que no olvidaré, intervinieron a mi favor. Así respiraba hasta que mi bolígrafo provocaba la ira y había que "criticar" a la reportera criticona.
Si traigo este comentario a colación es precisamente porque en los últimos tiempos sucede algo sorprendente. Mi número telefónico actual no aparece en las guías de ETECSA, sin embargo, recibo llamadas de directivos cuyas entidades han sido “señaladas” en la Web y edición impresa de Tribuna.
Lo sorprendente es que no llaman a mis directivos de Tribuna para quejarse, a lo que estuve "acostumbrada".
Con el mayor respeto me solicitan si tengo más datos para resolver la deficiencia señalada. Y, cuando hemos coincidido no hubo ninguna agresión verbal. Incluso hay quienes han cursado invitación para que vuelva y la entidad en cuestión para mostrar que el problema fue erradicado. Cuelgo el auricular y reflexiono: ¡Cómo cambian los tiempos!
No puedo concluir sin dar gracias a quienes leen la Web Tribuna.cu y la página 3 de la edición impresa. Los primeros porque tienen la posibilidad de opinar y ello sirve para conocer si lo escrito logró su objetivo, a la vez que aporta la retroalimentación necesaria a fin de investigar y desarrollar temas latente en el seno de la población.
Además del tiempo invertido en opinar utilizan sus Datos personales (nada baratos) para dar su aprobación o no a un comentario. A todos a quienes llaman preocupados por la crítica y a quienes escriben a la Web muchas gracias.
Ver además:
Ana Maura, siempre he considerado que eres una de las mejores periodistas de este semanario, y de la Habana también. Lo que dices es la muestra de hasta donde puede llegar la critica oportuna y valiente, sin ambages, sin chabacanería, bien enfilada a denunciar problemas y situaciones cotidianas, que pueden resolverse con el esfuerzo de quienes dirigen y también de los dirigidos. Pero aprovecho para comunicar un tema, que este año no ha sido reflejado, como otros, en las páginas de Tribuna de la Habana (ni en otros medios), y es el tema de la recreación y el verano, y más concretamente, la situación de los Círculos Sociales Obreros de la Capital, en el municipio Playa. Sugiero que un equipo de periodistas se dé una vuelta, sin mucho aviso, por los mismos, y por la Empresa provincial, y con todo el rigor que amerita, informe de que está pasando allí en cada uno que entreviste a los que van, que exponga el porque unos sí tienen productos y otros no, porque no se ve el apoyo claro de los sindicatos y de los ministerios cuyos trabajadores son, o deben ser, los beneficiarios, en fin, luces y sombras, que este verano de 2024 no han recibido la atención usual de la prensa como debiera ser. Gracias por la atención.