Foto: JAPA


Ayer domingo 10 de marzo en Ciudad Libertad el equipo municipal de Marianao Sub-15 terminó en el segundo lugar vencido por La Lisa en el Juego Final perteneciente al Torneo intermunicipal regional “II copa Profesor Orlando Herrera In Memoriam”, con dos equipos clubes agregados, entre ellos “La Roma” de Playa. Los rostros incrédulos, la desconsolación y el llanto de muchos jugadores no se hicieron esperar y fueron sucesivamente estallando una vez silbado el pitazo final del partido.

Era increíble ver a aquellos gigantes pequeñitos simbolizando tanta vergüenza deportiva.

Siempre el mundo es todo para ellos, y el mundo es precisamente eso, por lo que sueñan y apasionan a esas edades.

De camino a casa, tuve la oportunidad de explicarle a mi hijo, uno de los protagonistas de la precitada situación emocional y dentro del contexto de la complicidad de silencio que en cada competencia hay ganadores y perdedores.

Que el segundo concepto representa un ajuste lógico de lugares perfectamente reversible, un vocablo circunstancial que motiva e incita a la voluntad del esfuerzo cotidiano, al pensamiento, detección, control y modulación de las causas incidentes en no “lograrlo”, un enemigo a muerte del destino y de la suerte y finalmente un orden acústico e intemporal para subir al podio que sin dudas algún día cambiará si tú así lo intentas.

Creo que hasta nos sorprendió la lluvia en 114 y 51 y nos detuvimos en un techo casual. Le hablé de cuan satisfechos estamos sus padres con su Profesor que no solo los llevó a “la final” y que con demostrada técnica y sapiencia para trabajar con adolescentes supo convertirlos en héroes locales y enseñarlos a jugar desafíos esenciales alentándolos a ser mejores y contribuir a forjarlos en escenarios de máxima presión.

Finalmente, me dijo: "Papá; ¡pero perdimos...!

Y le dije: Sí, efectivamente el otro equipo jugó mejor que ustedes, pero perder no constituye el fin de nada, es solo una etapa en cualquier fase de la vida en la que tienes que sacar enseñanzas para intentar no repetir lo que hiciste mal o sencillamente no intentaste.

Y en realidad Anthony, perder es una de las vivencias más satisfactorias que puedes adquirir; pues constituye el antepenúltimo peldaño que te conduce al triunfo si eres capaz de superar tus errores, el otro es ganar y el siguiente es tratar de mantener la insignia del ejemplo.

Llega a casa pasa la página y a lo que viene, tienes idea ¿cuántos mundiales perdió Leonel Messi antes de ganar uno?

Ya en la despedida, y gracias al nuevo horario tuvimos unos instantes más y solo quedaba decirle una última cosa: Querido Hijo, en equipos deportivos, en colectivos laborales, en cualquier actividad colectiva y de amigos nunca pretendas ser el MEJOR, que los resultados valorativos te conduzcan a ello está bien, pero nunca el mejor sino uno de los más valiosos de tu gente por igual, pues eso significa que aportas lo mejor de ti.

El individualismo absoluto conlleva absolutamente a deshacerse del sentimiento de cooperación humana. Solo recuerda hasta el mejor delantero necesita a un defensa para poder marcar goles y en el béisbol hasta el pitcher estelar perdería la concentración sin el apoyo de un auxiliar recogedor de pelotas que impactan de foul hasta en el más sofisticados de los estadios.

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