
La recogida de desechos sólidos ocupa y preocupa a quienes la generan y, por supuesto, a los que deben o tienen la obligación de recogerla. De todos es sabido que esa acumulación favorece la propagación de vectores –con el consiguiente riesgo de transmisión de enfermedades, no solo moscas, cucarachas y roedores, los cuales encuentran un “paraíso” en cualquiera esquina; sin contar el mal olor y en muchas ocasiones interrumpe el tránsito vehicular o paso de los vecinos.
Es tiempo de buscar solución a un problema que se ha convertido en un tema cíclico en la agenda ciudadana y, sobre todo porque no es mucho más el volumen de desechos que podemos observar en municipios de grandes aglomeraciones de personas; pues no es igual vivir en un reparto – donde las viviendas están separadas por grandes espacios- u otros como Centro Habana, La Habana Vieja, el Vedado e incluso en Alamar, La Habana del Este, donde en una cuadra puede haber en edificios más de cien núcleos y sólo quienes habitamos lugares así conocemos del verdadero valor (sin ser absolutos) que tiene la higiene.
En el caso específico de ese reparto del este, el carro colector se lleva la basura de los contenedores pero no pueden retirar la que es vertida como resultado de limpieza de jardines o sembrados, desechos de construcciones u otras que los vecinos tiran sin ningún miramiento y, aunque el contenedor esté vacío, permanece en sus alrededores durante días y días, hasta que pueda ser retirada por una pala mecánica: un equipo que conlleva a un gasto mayor de combustible e implica camiones, por supuesto para el traslado del escombro.
Enfrentamos una situación real con la falta de piezas y otros recursos para la movilidad de estos equipos implicados en la retirada de basuras y desechos voluminosos; aunque se convoque a empresas y organismos que apoyan, sino disponemos de un principal recurso: ¿Qué hacemos cada uno de los ciudadanos para contribuir a mantener la higiene comunitaria? No me refiero, por supuesto, a que debamos asumir la recogida.
¿Podrán los nuevos gestores económicos pensar en recoger la basura? ¿Se logrará hacer un negocio con la basura?, ¿Acaso no sirve para producir compost para los terrenos de cultivos? ¿Se conseguirá pagar a quienes la recojan con el uno por ciento que se le asigna a los municipios? Lo que si es cierto que no se puede depender de donaciones en algo tan importante como la recogida de desechos sólidos porque ahí va la salud de muchos; por no decir de todos.
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Periodista no quiera UD ver cómo está este Municipio de Plaza de La Revolución, resido en 5ta e/4 y 6 y es bochornoso cómo está toda 5ta, después abrieron un inmenso hueco en la esquina de 5ta y 6 hace más de un año, que ni caminando se puede pasar, esto no tiene nombre
Lo de la basura es un problema angustioso en toda la ciudad, menos en lugares neuralgicos, frente al gobierno de Playa, la zona vidriera de Plaza, etc. Pero existen cosas inverósimiles. Se dice que muchos camiones recolectores están sin prestar servicio por neumáticos entre otras piezas y componentes; sin embargo, Servicios Comunales de Playa, le ha puesto gomas nuevas a una pipa de agua que es un adefecio de vehículos, que ocularmente sin necesidad de "somatón" cualquiera la declara de baja técnica. Y cuál es su utilidad social? Ninguna, vender combustible. Los factores y directivos son ciegos o complíces?
Leyendo este interesante artículo me doy cuenta de algo, que a lo mejor no tiene solución, cuando los que exigimos la disciplina, somos los verdaderos responsables de la indisciplina. En mi país no se sabe que es lo primero, si la falta de recursos o las indisciplinas.
Sobre este tema hago un llamado a las autoridades que aprueban la creación de las nuevas FGNE que tienen que analizar bien donde se están radicando estás, dado que muchas lo están haciendo en zonas residenciales donde se están convirtiendo en las principales fuentes contaminantes del entorno generadoras de grandes volúmenes de desechos sólidos de cualquier tipo, abarrotando las esquinas con estos propiciando vertederos y demas insalubridades en las que otrora fueran comunidad limpias. Por otra parte no soy partidario de la privatización de cualquier forma de estos servicios como respuesta o una posible solución al problema, al igual que tenemos que quitarnos la mentalidad importadora, lo mismo tiene que ocurrir con querer convertir todo ahora para resolverlo en una MIPYME que a corto, mediano o largo plazo todo vuelve a estar igual inclusive a veces a peor pero además más costoso el problema.
La situación con la recogida de desechos afecta a toda la ciudad. En la zona de Miramar, donde tradicionalmente se recogía la basura, está en las mismas condiciones señaladas en el artículo: cuando recogen la basura de los depósitos, queda toda la que han dispersado alrededor de los mismos, a la espera que la recojan, con el consiguiente mayor gasto. ¿Hasta cuándo habrá que esperar para que La Habana tenga un sistema de recogida de desechos proporcional a su población y a los desechos que se generan?