
Los tiempos marcan la diferencia. Muchas veces me he preguntado de haber podido engendrar ¿qué tipo de madre hubiera sido yo? Y esa interrogante surgió porque tuve una vecina joven que me dijo “el padre de la niña se marchó del país, la está reclamando y la dejaré salir cuando sea mayor de edad y tenga un oficio o profesión que le permita asumir un trabajo, pues de dejarla ir y si por esas casualidades el padre fallece ella iría a un orfanato o sabe Dios a dónde”.
Hace unos días escuché a una mujer decir “le pedí que se lleve al niño, porque es mi seguridad futura”, tendencia contraria a la de mi vecina. Y en medio de mis pensamientos de cómo hubiera sido yo como madre recordé a la mía que cuando yo era joven dijo: “Ana, por favor, no te vayas nunca del país, creo que moriría” y yo le respondí tú crees que los hijos son una propiedad, si todas las mamás pensaran así no existiera la emigración, ni mezcla de razas y así miles de cosas.
Tal vez porque no tuve hijos a veces me veía una mamá gallina, cubriéndolos de todo lo que considere un peligro, que estuvieran siempre a mi lado, que les pudiera pasar la mano, de ayudarlos, de enseñarlos, de orientarlos.
Serían los malcriados de mi casa, los más besados del planeta, los que más cuentos infantiles escucharían, los que llegarían tarde a la escuela por no interrumpirles el sueño. Les cocinaría dulces exquisitos, les enseñaría a comer de todo, nada frito, ni embutidos. Haría de todo porque fueran educados, sin hipocresía. Pero sobre todo les enseñaría a mataperrear porque uno solo es niño una vez en la vida. Y que el mundo me critique…
Pero la realidad es otra y este domingo muchas recibirán felicitaciones de sus vástagos en el exterior, de los que decidieron permanecer junto a ellas o los que viven acá, pero en otras regiones del país. Ser madre debe ser algo grandioso, sublime –pienso-, algo que solo conocen quienes durante nueve meses sintieron en sus entrañas el crecimiento de un nuevo ser.
Ver además:
Así es, yo también soy una mamá gallina y ya mi hijo tiene 27 años, no quisiera nunca se separara de mí ni por millones de pesos