Foto: Tomada de Radio COCO

La nota sobre la nueva distribución del pollo por la libreta normada se informó a la población, pero ¿está completa? ¿Cómo se redactó que las personas están llenas de dudas? ¿Es para siempre esa distribución? ¿Los que tienen dieta médicas también recibirán jamonada y picadillo?,¿qué cantidad se distribuirá por consumidor?¿El pollo del mes de marzo, ¿dónde está? Nada está aclarado.

Es así que dan pie para las bolas y algunas veces hasta se convierten en una desinformación casi indetenible.

Cuando llego como cliente a la bodega, el hecho de tener una imagen pública me identifican como tal y siempre alguien se acerca para preguntar como si hubieras participado en la redacción de la incompleta nota para aclarar o escuchar que los criterios de ese segmento de la población que forma parte de un todo: el barrio, la localidad, el municipio y hasta la provincia. Son múltiples las opiniones relacionadas con las impresiones de esa medida.

Y no todas las personas son amables al abordarnos, algunos nos ofenden, creen y tienen razón porque suponen que debemos tener fácil acceso a la información.

Pero están alejados de la realidad, hay muchos ejemplos de organismos y funcionarios al que abordamos, como servidores públicos y enseguida fluye la información, pero siempre no es así. Si el español es tan rico ¿por qué se empeña el redactor de dichas informaciones en hacerla de forma tal que hay más dudas que satisfacciones?

Si hay algo que tiene claro este pueblo y es que siempre ha entendido que la toma de una decisión es porque la economía no puede responder como en otros tiempos.

Todos sabemos cuántos vericuetos debemos enfrentar para evadir las sanciones generadas por el bloqueo impuesto por el gobierno de Estados Unidos, de las presiones sobre los suministradores foráneos, la multiplicación de los costos para adquirir el pollo, por ejemplo.

La nota sobre la falta de gas licuado se dio a conocer cuando la planta había empezado nuevamente a envasar el combustible, la aclaración sobre el precio ficticio del pan normado se publicó cuando la bola había crecido hasta hacernos creer que era verdad y lo peor, casi una sentencia cuando prácticamente tenía como fecha el Primero de mayo.

¿Quiénes son responsables de hacer el juego a la guerra mediática y generar condiciones de malestar en la población?

Así otras bolas han rodado generando confusiones, mientras otras lograron convertirse en "verdades", sin una explicación previa.

Cuestiones que no valen la pena recordar.

Estas bolas dan pie a que corra por las redes sociales del ciberespacio otras mentiras y noticias falsas y hasta los memes satíricos se hacen infinitos.

Comienzan, entonces, las llamadas de las familias en el exterior y nosotros los periodistas enfrentados a esa avalancha y hasta cuestionados por quienes lideran los ataques mediáticos con el uso de tecnología inteligente como los trolls.

Si hay algo claro, es que la población cree en nosotros y por eso nos cuestionan. Pero ser periodista y emprender el camino hacia una información a veces tiene un pedregal intransitable en el camino que por convicción, principios como los descritos por Fidel en su concepto de Revolución, nos alienta a continuar y ejercer como servidores públicos a nuestro pueblo.

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Mirándola así… ¡Trescientos!