Foto: Joyme Cuan

Por estos días los residentes del reparto de Alamar andan con la certeza de que, si los distribuidores de mercancías y las tiendas panamericanas y TRD se organizan, el ensayo de ventas de productos –previo control en la libreta de abastecimiento– tendrá el resultado esperado.

No es un secreto la situación del país y nadie cuestiona a cuántos días responde el tiempo de distribución, debido a la inestabilidad de los accesos a los mercados foráneos por las razones conocidas, pero todos quieren adquirirlos, pues la realidad es que la mayoría de las personas jóvenes de una vivienda salen a trabajar o estudiar; mientras los mayores hacen colas varias horas al sol sin la seguridad de que van a alcanzar a realizar sus compras.

Si los distribuidores reparten y las tiendas organizan las ventas, por bodegas, cada día (previo aviso), entonces cada núcleo tendrá garantizada su compra. No obstante, en la actualidad las administraciones de estas tiendas no saben qué y cuándo van a recibir los envíos, lo cual provoca que ante tal incertidumbre
usted tenga que estar dando vueltas por esos centros comerciales –que no siempre están cerca de donde se vive– y trae además el consiguiente desgaste de malestar e incertidumbre.

Si en otros municipios de la capital e incluso tengo referencias del interior del país, la distribución del pollo, el picadillo…; es decir productos de primera necesidad logra alcanzar su estabilidad en la distribución, por qué en La Habana no se puede lograr. Que somos muchos, es real. Que somos solidarios, demostrado. 

Solo falta organización y de eso hemos dado ejemplos. Tóquese la cara; ya no usamos nasobuco, y eso fue logrado en parte, por ser organizados y disciplinados. Cerremos filas por el bien de todos.

Vea también:

 Padres en la magnitud de las alturas