
Pleno y autónomo anda por las calles de esta Habana el cincuentenario Yoni García Contino. A pesar de su marcada limitación en las extremidades inferiores, se traslada con frecuencia desde Playa hasta Fontanar, donde radica el hospital de rehabilitación Julito Díaz, y otros destinos inaplazables.
El hecho de que el cobro del pasaje para las personas con discapacidad sea a la mitad del precio estipulado, lo ayudará a no vivir más los momentos de tensión que experimentó cuando un chofer de ómnibus le impuso pagar dos pesos, “porque eso es parejo para todos”.
Abonar solo el 50 % en la transportación urbana –también en otros servicios como los ómnibus interprovinciales, el ferrocarril y el catamarán-, ha sido un tradicional beneficio que sigue vigente tras el ordenamiento monetario, como una manera de proteger a los miembros de las respectivas asociaciones del Ciego (Anci), de Sordos (Ansoc) y de Limitados Físico-Motores (Aclifim).

Su anuncio oficial este lunes durante el espacio informativo de la Mesa Redonda, por parte del ministro de Transporte, Eduardo Rodríguez Dávila, resultó oportuno y esclarecedor, en tanto despeja no pocas preocupaciones que tiene ese vulnerable grupo poblacional al que el Estado cubano nunca abandona.
Se trata ahora de que los transportistas no tomen decisiones unilaterales, sino que apliquen lo establecido. Y queden atrás situaciones que han rozado con la falta de conciencia, desde que la ciudad amaneciera el primer día del calendario con la nueva tarifa de 2 CUP para la transportación de pasajeros, como parte de las medidas incluidas en la tarea económica más importante y compleja de los últimos años.
Excepciones aparte, hubo choferes que bien por desconocimiento o insensibilidad, adoptaron posturas que empañan el hondo calado humano del cubano, al no mostrar la necesaria empatía hacia esos coterráneos, quienes más allá de sus impedimentos físicos, a diario se ven obligados a enfrentar barreras para su inclusión en diversos aspectos de la vida.
Para que no queden dudas sobre cómo actuar, es preciso divulgar mucho más la Resolución 251/2020, emitida por la Dirección Provincial de Transporte de La Habana, la cual argumenta que el precio del pasaje que se abona a la mitad de la tarifa, impacta positivamente, no solo en las personas con limitaciones físico-motoras o sensoriales, sino además en los estudiantes de todas las enseñanzas, incluida la universitaria.
Jorge Luis Cabrera, quien hace mucho vive en el mundo de las sombras, piensa que los beneficios deben acompañarse de una búsqueda permanente de consensos en torno a una cultura de la discapacidad.

El transporte público es muy costoso, cuyo precio se subsidia. Cuando se paga un peso por ese servicio urbano, 80 centavos lo eroga el presupuesto del Estado. Proteger a las personas con discapacidad con una medida que contribuye a que sean más partícipes, plenos e igualitarios en nuestra sociedad, entraña una responsabilidad social que nos involucra a todos.
Creo que el asunto no es solo cuestión de cobrar menos, sino de dar más, con un actuar respetuoso y sensible ante las diferencias.
Otras informaciones:
Totalmente de acuerdo con la periodista. Comparto el link de este interesante artículo en mi opinion vigente aun titulado "Transporte público en La Habana: Medidas y desafíos" publicado en el sitio web de Cubadebate en fecha 22 de septiembre de 2016: http://www.cubadebate.cu/especiales/2016/09/22/transporte-publico-en-la-habana-medidas-y-desafios-fotos-video-e-infografia/ Conclusiones del Director General de la Dirección General de Transporte La Habana: "...el servicio de transporte público se ha caracterizado a lo largo de los años por su inestabilidad, insuficiencia y baja calidad, incluso en los momentos de mayor capacidad de transportación." ¿De aquella fecha a la actualidad que ha cambiado?