(UNA ESPADA DE DOBLE FILO)
Al recorrer la carretera de Ciudad Escepticismo, tuve que pasar por el Valle de Ambigüedad.
Adam Smith
La ambigüedad lingüística es una característica inherente a los idiomas humanos, ofreciendo tanto riqueza expresiva como desafíos comunicativos. Por un lado, la capacidad de una palabra o frase para albergar múltiples significados puede ser una herramienta poderosa en la poesía y el arte, donde la interpretación abierta enriquece la experiencia del lector o espectador.
Sin embargo, en la comunicación cotidiana, puede ser una fuente de frustración y malentendidos, especialmente cuando la claridad es esencial para transmitir un mensaje específico. La precisión en el uso del lenguaje es, por tanto, un equilibrio delicado entre la expresión creativa y la comunicación efectiva.
El impacto de esta en la toma de decisiones puede tener consecuencias significativas. Las instrucciones o las políticas poco claras llevan a interpretaciones divergentes, resultando en acciones inconsistentes y resultados impredecibles. Esto es particularmente crítico en entornos donde la precisión y la uniformidad son vitales, como en la medicina, la ley o la ingeniería.
En estos campos el costo es real, afectando la seguridad, la justicia y la eficiencia. En la interacción social es capaz de actuar como una herramienta diplomática o como un obstáculo para la comprensión mutua. Por ejemplo, las respuestas ambiguas pueden ser útiles para evitar conflictos o para mantener abiertas varias opciones en una negociación. No obstante, también pueden generar incertidumbre y desconfianza si los interlocutores perciben una falta de transparencia o de compromiso. Así, la gestión de la ambigüedad es un aspecto clave de la inteligencia emocional y las habilidades de comunicación. Como afirmó Thomas Reid: No hay mayor impedimento para el avance del conocimiento que la ambigüedad de las palabras.
Ver además:
Su artículo tiene Capítulo 2? Me quedé esperando que lo desarrollara con ejemplos.
Ni todos y todas, ni estudiante y estudianta,y muchos mas ejemplos, asi lo establece la RAE
El espacio en el impreso es poco, y no, no tiene segunda parte. De todos modos no considero necesarios ejemplos de algo que vivimos a diario. Busca la enciclopedia o la wikipedia y si no sabe lo que es, pues ahí se documenta. No obstante es dejar las cosas en el aire por conveniencia o no, es no tener un final aclaratorio y preciso, donde no queden dudas y yo creo que de dudas estamos llenos, por lo cual a buen entendedor... usted sabe. Y eso sucede lo mismo en lo cotidiano que en las altas esferas, que en la tele, donde dejan enumeradas cosas sin la explicación pertiunente. . No obstante, gracias por leerme, pero los ejemplos los vive usted a diario. Hable con Calviño.
ALEJANDRO PÉREZ Estamos de acuerdo, pero eso es solo un error modernista que pretenden crear en el lenguaje, no es ambiguedad, la ambiguedad es no dejar las ideas claras, ni las ideas comprensibles. Dejar el suspenso ya sea en el habla coloquial, discurso o cualquier intercambio, donde nunca se sabe lo que se quiso decir realmente y eso, lo sufrimos a diario. Gracias por leer.