Le asiste todo el mérito a la gerente de la tienda El Sol de la zona 24 de Alamar, quien logró organizar la venta de los módulos alimenticios e increíblemente -muchas veces- debe apelar al delegado para que le avise a los morosos que aún quedan sus mercancías por recoger. Sin embargo, esta mujer aún tiene preocupaciones que la llevan a molestarse porque no tiene respuestas para los problemas que afectan a sus más de mil clientes.

Explica que la tienda El Sol, de la corporación CIMEX, durante el año en curso, no ha vendido un módulo de aseo. Excepcionalmente enviaron 500 frascos de champú y jabones de tocador. Que, por supuesto, no alcanzó para todos los núcleos de familias registrados en esa instalación comercial.

Lo curioso es que, por ejemplo, en la tienda XX Aniversario, ubicada en la zona uno y perteneciente a TRD, cuando cumple con la comercialización de artículos de aseo destinados a los núcleos que le fueron asignados, redirige su oferta a los de El Sol, quienes se enteran por la voz popular; pues a la referida
gerente nadie le avisa y ahí aprovechamos los enterados…, pero no todos alcanzan.

¿Somos todos iguales? ¿Compramos lo mismo, en toda la ciudad? He visto envases de detergente líquido,
varias opciones de jabones de tocador, de pasta de dientes, de champús, pañales –tan solo por citar productos que apremian-, que al preguntar por la firma suministradora las respuestas señalan
a TRD.

¿Cuándo la gerente de El Sol podrá responder a los núcleos de familias asignados a su centro comercial
la posibilidad de realizar de manera equitativa sus compras?

Recuerdo que, en una ocasión, me miró directamente a los ojos y dijo: “Yo a usted la leo en Tribuna de La Habana. Sé de la responsabilidad con la cual asume su trabajo como periodista al servicio público. Siga usted haciendo esa labor importante en el periódico que yo seguiré en la tienda luchando para defender lo que ustedes deben recibir”.

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