Foto: Tribuna de La Habana

Cultura: alma, motor y patrimonio de un pueblo La cultura
de una nación reside en el corazón y en el

alma de su gente.
Mahatma Gandhi 

La cultura es el alma de un pueblo, el reflejo de su historia, su identidad y su diversidad. Es el tesoro que se transmite de generación en generación, que se enriquece con el aporte de cada individuo y se comparte con el mundo. Fuente de inspiración, de creatividad y de belleza que nos hace sentir orgullosos de quiénes somos y de dónde venimos.

También funciona como el motor del desarrollo, el instrumento de la educación y la herramienta de la transformación social. Nos permite aprender, innovar y progresar. Ayuda a comprender, dialogar y cooperar. Nos empodera, emancipa y libera. Constituye la clave para construir un futuro mejor para todos.

Además, su expresión está en la vida, la alegría y la celebración de la existencia.

Se manifiesta en el arte que emociona, la música que contagia, la literatura la cual transporta en su vuelo, el teatro que interpela, el cine y su fascinación, la danza seductora, la gastronomía que deleita y el humor para divertir. Es el placer de los sentidos, estímulo del intelecto y alimento del espíritu.

Asimismo, constituye el patrimonio de la humanidad, legado de nuestros antepasados y regalo para las generaciones futuras. Representa la diversidad enriquecedora, la unidad que fortalece y la solidaridad
que nos une. Implica el respeto por las diferencias, la tolerancia por las opiniones y la convivencia por la paz. Es el valor más preciado que tenemos como pueblo y como especie.

La cultura es todo eso y mucho más. Nos define como seres humanos, nos diferencia y une a la vez. Por ella nos sentimos vivos, soñamos y crecemos. En fin, es nuestra razón de ser y nuestro motivo de existir.

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