Han pasado días y aún sonrío, debí darle las gracias porque vuelvo a reír. Me miró de pies a cabeza, y dijo: “Yo cobro más caro pero, mirándola así, así, para usted, son 300”. ¿Y te acordarás de mí?, inquirí .Y con la misma sonrisa aseguró: “venga de lunes a viernes, estaré esperándola. No la olvidaré”.
Sucede que hago público algo que no debiera, pero ustedes saben cómo es la cotidianeidad: cuando un equipo electrodoméstico necesita de mantenimiento o solucionar alguna rotura, voy a un taller de posventa buscando a algún especialista que resuelva el problema. Sé que ya no tienen garantía, pero de lo que sí estoy segura es que el arreglo es de calidad, pues por acudir a otros que dicen saber he perdido el dinero y no son tiempos de poder volver a comprar y mucho menos reponer nuevo.
Evidentemente el joven mecánico al parecer me identificó y doy gracias, porque según él cobra más caro por limpiar y engrasar un ventilador de mesa. Y hay algo que me preocupa: ¿Quién determina el precio del servicio si una persona desconoce del arreglo de enseres menores? Por qué hay cientos que componen ollas, cocinas, sombrillas, relojes, ollas de presión, que salen, como se dice a luchar.
¡Ah!, las fosforeras que al no tener arreglo el supuesto mecánico sentencia: Son muy malas y la perdiste. Pero la suerte no siempre acompaña. Compré tomates a 30 pesos la libra, le celebré al vendedor la calidad y variedad del producto, seguí camino, y pensé: cuando vuelva a pasar de regreso voy a comprar más y… ¿qué sucedió? le había subido cinco pesos al precio.
Los miré y seguí de largo. No siempre hay tiempo para mirar todos los lugares de expendios y luego escoger el que más conviene. Los precios suben sin tener en cuenta calidad, si son de estación o no, incluso en eso de calidad también está en juego el conocimiento de lo que un vegetal puede aportar a la salud humana. Por ejemplo, tiene poca venta el perejil, el apio, el pepino blanco, aunque los he visto buenísimos y con
bajos precios (si tenemos en cuenta la estación de alta especulación, permanente) pues hay vendedores que alegan que es lenta la venta, o salida (con esos precios) que no es lo mismo y siguen igual.
No obstante, continuaré visitando lugares donde considere o mis conocimientos me permitan distinguir
precios acordes con la calidad y, por supuesto, que en los talleres donde intente arreglar no me estafen, siquiera con una frase en la cual me recuerda (en este caso) el título de una película, en la cual los 300 murieron todos.
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Mis saludos periodista, soy su seguidor, por tocar temas tan latentes en nuestra sociedad. Voy a contarle algo que viví este fin de semana: El agro La Giraldilla de la Zona 11, Alamar, era estatal y estaba al alcance de muchos y mas para aquellos de bajos ingresos, hoy hay un área que continua así, entre comillas, que en la mayoría de los casos no oferta nada, la otra área ha sido arrendada por unos particulares con una gama de productos mas variados y mejor calidad y presentación, pero ¿como encontramos los precios?, le cuento: 5 yucas, $ 200.00, 3 pepinos $ 80.00 y 8 tomates pequeños $225.00, total, $ 505.00, sin palabras, y así están todos, no se sabe quien controla los precios y como usted dice suben de un día para otro, por ejemplo el vendedor expresaba que el tomate comenzaría a subir porque el campesino va a subir el precio de la caja, porque estamos a final de temporada, bueno tiene su lógica, pero ese tomate ya en cosecha, ¿un no ha terminado de pagar sus gastos de producción, ¿por que entonces tener que subirle el precio, simplemente porque estamos al final de temporada y encontraremos menos en los mercados, creo que no es justo.Hoy hay que reconocer que no existe control de los precios, absolutamente en nada, ESTÁN FUERA DE CONTROL.
Mientras siga la escasez general, todo esta a la oferta y demanda, si algún día el salario valiera y hubiera bastante importaciones, aumentando la oferta y ahí la competencia, los precios caen, y eso sucederá creo si China, Rusia y otras potencias emergentes logran cambiar el sistema unipolar y de cierta manera aplacar el bloqueo a Cuba, bueno sueñen.
2 boniatos y 1 calabaza pequeña 360 pesos en el Agro del Maravilla q es arrendado al estado
No se debe continuar hablando de los altos precios en todas las actividades de ofertas de nuestra sociedad, esto hay que pararlo ya, con indicaciones y decisiones precisas, no mediante sistemas de multas y poner a chocar cuerpo a cuerpo a inspectores contra estos revendedores, delincuentes y abusadores. Hay que tomar acciones concretas prohibiendo las revendederas en la vía pública de esos carretilleros. Hay que cambiar mentalidad de dirección y de actuación destinando unos cuantos triciclos electricos en sustitución de las carretillas, con precios no subsidiados pero asequibles, el país es del pueblo, el partido y gobierno son el pueblo, entonces porque no podemos tomar estás decisiones de no permitir esas ventas en nuestras calles y esquinas. Siempre el precio lo fijo y ordenó nuestro estado socialista, que nos pasa que el ministerio de finanzas y precios no quiere meterse de lleno en este asunto, ya por cierto de seguridad nacional. Porque permitir tantas estructuras e intermediarios entre el surco y las tarimas de ventas, entre un ingeniero que fabrica un equipo y otro que repara algo. Si pueden resolverse tales asuntos. Hagamos pizarras informativas con precios tomados y que sean vendidas y adquiridas por estos actores, como medida de respeto a los precios, parecidas a las que existen ahora en las bodegas, es un freno para los abusadores de precios. Similar ocurre en el transporte, no tienen límites.
La solución ni es aumentar ni pensiones ni salarios. La solución es trabajar e invertir. Ahora no en el turismo. Para uno de los elementos más dañino de la economía en los últimos tiempos, sobre todo Gaviota que construye y construye nuevos y nuevos hoteles y nadie le pone freno. Toda una locura.