“Si podemos formularnos la pregunta ¿soy o no responsable de mis actos?, significa que sí lo somos”.
(Fiódor Dostoyevski)

La responsabilidad es un valor que nos permite dirigir nuestra vida con sabiduría y prudencia. Ser responsable significa ser consciente de las consecuencias de nuestras acciones y decisiones, y asumirlas con madurez y valentía. Es como tener el timón de nuestro barco, que nos permite navegar por el mar de la existencia, sorteando las olas y las tormentas, y buscando el puerto seguro de nuestros sueños. Ser responsable es ser dueño de nuestro destino, sin dejarlo al azar ni a la suerte.

También implica cumplir con nuestros deberes y compromisos, tanto con nosotros mismos como con los demás, ser fi el a nuestra palabra, a nuestros principios y a nuestros valores. Es como tener una brújula en nuestro barco, que nos orienta y nos mantiene en el rumbo correcto, sin desviarnos ni perder el norte, siendo dignos de confianza y de respeto, sin defraudar ni decepcionar.

Saber aprovechar las oportunidades y los recursos que tenemos a nuestro alcance, sin desperdiciarlos ni malgastarlos debe ser compromiso sagrado. Debemos ser agradecidos por lo que tenemos y lo que recibimos, y compartirlo con generosidad y solidaridad.

En fin, ser responsable es como tener un tesoro en nuestro barco, que nos enriquece y nos hace felices, y que podemos ofrecer a los demás sin miedo ni egoísmo, sin codicia ni envidia.

Otras informaciones: 

Derechos tan sagrados como el respeto