“¿Te fijaste?”. La pregunta de mi madre me hace apartar la vista de la lectura del libro recién comprado, que ahora me salva de aquella espera necesaria. Es temprano y aguardamos el inicio de una consulta médica de rutina.
Casi todos los asientos a ambos lados de un estrecho pasillo permanecen ocupados por pacientes y acompañantes, en su mayoría absortos en la pantalla de sus teléfonos móviles.
Un joven médico atraviesa el lugar de un extremo a otro.
“Espérame en la consulta, ya voy llegando”, indica a quien le escucha del otro lado de la línea. Casi a la vez cuelga y levanta la mirada. “Buenos días”, expresa en tono perfectamente audible. Sigue de largo. Mientras la mañana avanza se hace más visible el trasiego de personas.
Médicos, enfermeras, pacientes, acompañantes… Cada quien en lo suyo. Dos septuagenarios, hasta donde la cuenta de sus años les permiten, intentan llegar al elevador que acaba de abrir. La premura no les impide concedernos el saludo matutino.
¿Te fijaste?, pregunta mi madre bajito. ¿En qué?, le digo. “Solo nosotras… y alguien más por allá, responde a los que pasan por aquí”.
Hasta el momento no me he percatado. Pongo atención.
Compruebo. La inmensa mayoría desestima tan elemental regla de urbanidad, cuya omisión no va con la edad, la profesión o el nivel cultural; que tampoco pasa de moda y, por el contrario, siempre será como una puerta que nos reafirma desde el respeto y la consideración hacia los demás.
Deseemos, cuando corresponda, los buenos días, las buenas tardes, las buenas noches, expresiones cordiales que encierran la virtud de transmitir los mejores deseos para enfrentar el aquí y el ahora cotidianos, ya de por sí difíciles y tan desdibujados para no pocos coterráneos.
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Resulta alarmante como normas elementales de educación se han ido pérdiendo en nuestra sociedad, que nadie dá o responde a unos buenos días al llegar a un lugar. Cuando uno da las gracias ante un dependiente o cualquier persona que presta un servicio, nos miran con caras de asombro, como si fuera un extraterrestre con quien está tratando.