Diferentes son las circunstancias de hoy respecto al inicio de nuestras guerras de independencia –cuando Carlos Manuel de Céspedes daba la libertad a sus esclavos y los invitaba a luchar por la libertad de Cuba– hace 153 años; pero sobre todas las cosas debemos encontrar el mismo ideal de soberanía nacional y el bienestar de las grandes mayorías, esas que ayer fueron esclavas y tuvieron que lanzarse al machete a conquistar su dignidad.

Hoy la lucha es otra, contra los errores propios, la COVID-19, el bloqueo y la agresividad norteamericana. Pero, cuales mambises del nuevo tiempo, debemos ponerle el corazón y el alma en cada combate. El Presidente ha llamado a trabajar para reparar todas las heridas que desde el período especial se han acumulado y el impacto de beneficio social, aunque incipiente, ya se siente en 65 de las comunidades más vulnerables de la ciudad. Los números de la pandemia poco a poco empiezan a ser favorables, impulsados en gran medida por las vacunas Soberana 02 y Plus junto con Abdala que han logrado, en corto tiempo, la posibilidad de alcanzar a gran parte de la población, en el titánico esfuerzo de nuestros científicos para lograr producir el inmunógeno propio ante las deficiencias de los mecanismos internacionales.

Mientras tanto, el bloqueo sigue siendo el mayor impedimento a nuestro desarrollo, actualización de la añeja política de los Estados Unidos de querer someter a nuestra Isla, ahora con un nuevo impulso a campañas desestabilizadoras y ataques mediáticos a través de las redes sociales y plataformas de internet.

Ante esto, debemos encontrar soluciones propias, con independencia, las mismas ideas por las que se lleva luchando hace más de siglo y medio. Encontrar formas más efectivas de administrar los recursos, crear cada día más riqueza a la par de su correcta distribución, ampliar los espacios de diálogo, mejorar los canales de comunicación, implementar mecanismos más directos de Gobierno y Poder Popular que deben guiar el accionar de un pueblo para alcanzar la completa soberanía.

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