
Con los brazos extendidos y la consabida frase de “¿Todo está bien por aquí?” –como si la pregunta lo dejara por sentado–, el muchacho pasa fugaz por las casas de aquella barriada. Cada cual le responde lo que considera. Él sigue de largo.
La escena puede ser la misma en cualquier cuadra de La Habana donde quienes asumen la tarea de realizar el pesquisaje para conocer el estado de salud de los miembros del hogar lo hacen con superficialidad. Qué decir de los sitios donde ni siquiera eso.
La pesquisa constituye una eficaz tecnología sanitaria para ayudar a la detección de casos presuntivos o sospechosos y sus contactos, que puede contribuir grandemente al control clínico y epidemiológico del virus. Así dicen los manuales, pero este es el día a día: personas muy responsables, temerosas de contagiar a los suyos e incapaces de negar ni el más leve estornudo; otras escondiendo la verdad, sin importarles cómo un diagnóstico de la enfermedad en estadios iniciales permitiría actuar sin demoras y evitar males mayores.
Muchas realidades negativas impactan hoy en que La Habana figure entre los territorios de mayores niveles de transmisión de la pandemia durante el mes en curso. Se veía venir ante negligencias de todo tipo, que han echado por la borda meses de esfuerzos.
A la pesquisa sin calidad se le suma la indisciplina e incumplimiento de los protocolos sanitarios, exceso de trabajadores en los lugares, información no oportuna de casos positivos, incongruencias en los registros estadísticos de las viviendas y cifras de contactos en aislamiento, así como el incumplimiento del confinamiento, que han centrado más de un análisis en los recientes encuentros del Consejo de Defensa Provincial en La Habana.
Cuando la máxima dirección del país indica seguir revisando todo lo que se está haciendo y no está saliendo bien, obliga a muchas cosas desde lo individual y lo colectivo, para cortar de manera eficaz la propagación del virus, en correspondencia con el peligro real que la enfermedad representa.
Esto supone hacer mucho más sobre el seguimiento estricto por parte de las autoridades de Salud de los ingresos en los domicilios, que no está siendo efectivo, pero también en los centros de trabajo, escenarios donde se está generando mayor transmisión de la COVID-19.
Tuvimos un primer desafío y vencimos. Ahora se nos vuelve a retar ante una situación de mayor complejidad. El mejor camino posible debe sostenerse en el control, el rigor, la disciplina, la idoneidad de quienes asumen responsabilidades. Cada quien sabe cuál es su posición en esta batalla donde está en juego la vida.
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Los casos detectados en las pesquisas no son informados en el parte diario, en este, los casos confirmados son en su gran mayoría contactos de casos confirmados, no le párese que es un poco ingrato detectar casos en la pesquisa? Su respuesta es esperada.
En el parte que se ofrece, los casos detectados en su gran mayoría son contacto de casos confirmados, no le párese un poco ingrato para quienes se encargan de pesquisar y detectar algún caso?