Foto: Oilda Mon

De los momentos de crisis económica que vive el mundo, nuestro país no está exento. Infinidades de artículos escasean en nuestras red de tiendas, en los agromercados los precios son elevados y el reordenamiento económico que hoy está viviendo Cuba, nos lleva a realizar un exhaustivo control de nuestras finanzas personales.

En días pasados, en un mercado de la ciudad, quise comprar maíz molido para degustar en familia unos exquisitos tamales, pero me llevé una sorpresa cuando leí repetidamente el precio de la libra a 15.00 CUP. Planificado tenía mi dinero y cuántas libras podía comprar, pero después de una larga fila y cuando ya me correspondía hacerlo pregunto a la joven que realizaba el trabajo de venta, por qué no visualizaba en el lugar ningún tipo de equipo de los acostumbrados para efectuar el pesaje de la mercancía, es decir, no tenían pesa o básculas.

¿Dónde pesas la mercancía­?, le pregunto. Me quedé impresionada cuando me responde que ellos utilizaban  un jarro, que incluso me muestra, y me dice que es la medida de una libra.

Le pedí la cantidad de libras y efectué mi pago. Seguidamente me dirijo a la pesa de comprobación y así de la nada me faltaban, con escasa diferencia, dos libras para lo que había pagado.

Ahí, algo disgustada, le pido al compañero que realiza este trabajo que me acompañe luego que él mismo me indicó que fuera y les comunicara de mi faltante. Como que no le importaba quien era el que estaba cometiendo la infracción y a cuántas personas le estaban timando su dinero. Al reclamar, me restablecieron mi faltante.

Y me pregunto, ¿por qué si todos vemos que algo no está funcionando bien, lo dejamos pasar y permitimos que jueguen con nuestro dinero?.

¿Acaso el administrador o responsable del lugar no ve que estaban cometiendo una violación al no pesar el producto y tenerlo en tablilla como una venta por libra. A quién engañan?    

Tanta indolencia lacera a nuestra población, a esa que va comprar con su salario y una familia espera por ellos. Tenemos que cuidar nuestro dinero.

No permitamos que nadie nos time; velemos porque se respeten nuestras finanzas, no son momentos de dejar pasar por alto violaciones de este tipo u otras.  

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