Cada quien ha hecho lo que se esperaba de nosotros. Yo, mantenerme disciplinadamente en casa, asumiendo el aislamiento al que fui sometida tras la llegada inesperada de un malestar general. Él, mi médico de la familia, preocupado y ocupado por mi estado de salud y el de los míos, atento a cualquier cambio que pudiera ir más allá del leve catarro acompañado de la habitual alergia con la cual convivo hace mucho tiempo.
Por estos días hemos sido un equipo proactivo, por el bien nuestro y de los demás. De a lleno se ha entregado el Doctor Ramón Álvarez a la vigilancia necesaria de los actuales momentos para impedir la expansión de la Covid-19. Varias veces ha tocado a mi puerta para ver que todo marche sin contratiempos, recordarnos las medidas que no podemos posponer, entre esas el reforzamiento de los cuidados higiénicos, el uso del nasobuco por parte de cada uno de los miembros de casa, evitar los contactos cercanos y otras precisiones y consejos oportunos que no por repetidos dejan de ser esenciales.
Al despedirlo, lo mismo personalmente que tras sus llamadas telefónicas, le reitero que puede estar tranquilo, que lo localizaré, -como suele insistirme-, a cualquier hora si experimento algún cambio.
Entre nuestra población queda mucho por ganar en cuanto a percibir el riesgo real de este virus devastador, que impone superar cualquier atisbo de indiferencia. Acatar todo cuanto propicie la preservación de nuestra salud personal es también un acto del más elemental respeto y sensibilidad para cuidar a quienes nos cuidan.
Nuestro municipio (Cotorro) está entre los 7 más contagiosos, en el día de hoy se puede ver que se vive sin tener noción del riesgo al que estamos expuestos todos, como los lamentables fallecido no tienen rostro cercano (dígase amigo, familiar) hoy la diferencia a otro día normal antes de la pandemia es que no hay FERIA en la PUNTUCU, según en las conferencia de prensa se conoce que ya hay muchos casos detectado asintomáticos, por favor los miembros de la PNR están haciendo una buena labor en los centros de distribución a la población, pero no lo pueden abarcar todo, hay muchas otras indisciplinas que se les van de las manos, así si se les pudieran brindar más apoyo a estos compañeros de la PNR, como por ejemplo solicitar cooperación al sector militar del municipio.