En medio de la extrema situación de caos que provoca su actitud de aferrarse a la presidencia de Estados Unidos, el señor Donald Trump no ha dejado de culpar al pueblo estadounidense y la prensa de ese país, por los resultados de las recientes elecciones que llevaron a la Oficina Oval al candidato Demócrata Joe Biden.

Trump no solo impide el proceso de asunción del nuevo presidente de Estados Unidos, sino que esgrime elementos que demuestran su irrespeto a las leyes de su país. En cada una de sus palabras se advierte lo que habían expresado muchos analistas acerca de un individuo evidentemente desequilibrado que pudiera desencadenar acciones violentas antes de su salida el próximo 20 de enero.

Ahora el gran manipulador, el empresario que ha tratado a los estadounidenses como si fuese un emperador, comienza a expresar todos los aspectos de su retorcido intento de evitar ser condenado por crímenes de terrorismo de estado, por violaciones de las leyes norteamericanas, evasiones fiscales y otros males encubiertos en la actividad financiera que incluyen el abuso de poder y tráfico de influencias. El mundo debe permanecer atento.

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