Esto que aquí les comparto es un fragmento de la carta de bebidas de un restaurante bastante conocido de La Habana.

No menciono el restaurante porque la verdad es que no importa su nombre, mi interés no es hablar de sus precios ni cuestionar o criticar la instalación.

Lo que quiero destacar con este post es algo que me llamó MUCHO la atención en esta carta: la diferencia de precios entre las aguas, cervezas y refrescos nacionales y los de importación.

Yo no soy economista. Confieso que de economía no entiendo lo suficiente como para realizar los análisis de "la cosa en sí".

Pero pienso entender lo necesario para darme cuenta de que algo debe estar muy mal, cuando resulta más barato pagar una cerveza en una moneda extranjera, incluyendo el costo de su envío a Cuba, que tomarse una producida localmente.

Para mí que, repito, no soy economista, no tiene sentido que lo local resulte más caro que lo importado. Y si lo es, entonces está mal todo.

Es, una vez más, la historia de las latas de Conchita, que en la tienda de pronto valían el triple que lo que cuesta otra como la de la marca Vima, similar en peso (3kg) pero procedente del exterior.

Mis amigos que entienden más de economía que esta servidora, ¿me pueden explicar esto, que considero una deformación de la economía?

(Tomado del perfil en Facebook de Rouslyn Navia Jordán)

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