Foto: Tomada de Internet

Día grande de la patria, motivo de homenaje y compromiso con aquellos que guiados por Carlos Manuel de Céspedes, abrieron las puertas de la dignidad y despertaron para siempre la decisión de ser libres o morir en el intento.

Iniciaba entonces la única y sublime revolución que culminó en el enero glorioso de 1959 y tal como Fidel lo sentenció nosotros entonces habríamos sido como ellos y ellos hoy como nosotros.

El sol que salió sobre el oriente cubano aquel día glorioso sigue alumbrando nuestra decisión de ser un país digno y libre de todas las cadenas, ajeno a la esclavitud y la sumisión. Esa herencia que recordamos hoy la defenderemos al precio que sea necesario.

Otras informaciones:

Guardianes silenciosos de la compatibilidad genética