Este sábado la bodega, donde realizo mis compras de la cuota normada, no abrió a la hora señalada. En derredor varias personas expresaban su malestar con los rostros compungidos, otros comentaban sobre la Marcha del Pueblo Combatiente; mientras algunos hacían referencia al discurso del Presidente de la República en la Clausura de la Asamblea Nacional del Poder Popular, con una sentencia: “La exigencia de la disciplina y el control son de los problemas que debemos enfrentar”.
Durante la espera pude hacer mis conjeturas –dentro de la subjetividad-, pero con ciertos argumentos compartidos con las experiencias de mis vecinos. “No hay cartucho como antes, pero te roban igual, porque no puedes ver lo que registra la pesa electrónica…” y ponían ejemplos de la sal, un poco mojada y lo más importante, el tiempo de espera para el despacho, oscilaba en los diez minutos.
Por supuesto, el bodeguero había llegado casi dos horas después de lo señalado en la apertura del establecimiento. Sin embargo, respondió a la interrogante de cuándo cerraba con una expresión lacónica: “¡Como siempre!, a la una (de la tarde).
Entonces la mujer que interrogó, hizo una expresión que corroboraba su intención de “marcarlo”, como decimos en el argot popular. “Es una fiera, ahora tumban con el tiempo…”
¿Tumban?, me pregunté. Y tal parece que me leyó el pensamiento. “Sí, hoy es sábado y algunos envíos tienen fecha de caducidad para comprarlos” y otra alerta que me sirvió cuando estuve frente al mostrador: luchar contra el “olvido” de quien se hacia el majá pintón y no colocaba todo lo apuntado y cobrado, con una sonrisa hipersónica. “…se me olvidaba”.
Salí con un estribillo en la cabeza: “Se acabó el cartucho/ cuidado con la pesa/ si te mareas en el mostrador, te pasan la cuenta”. Y pude alcanzar a escuchar cuando el dependiente señaló al último de la cola que terminaba su horario con él.
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Con respecto a lo escrito por el periodista y director de este periódico habanero, me parece excelente. El periodismo debe exponer las verdades de lo que ocurre en la sociedad. Lo que ocurre con las bodegas es un mal bien generalizado, aunque queden algunos que cumplan correctamente el rol que deben desempeñar. El bodeguero tiene un horario diario de 8 am a 1 pm y luego en la tarde, exactamente desconozco si es de 4 a 7pm. Esa es la obligación de ellos. Los consumidores pueden ir a adquirir los productos cualquiera de los días habilitados cuando puedan o deseen. El que piense otra cosa, está en un error.. Las pesas, todos ellos, hablo de carniceros y bodegueros, la han puesto de manera tal que el consumidor no pueda ver lo que pesa el producto. Todas estas deficiencias generalizadas, más que de los bodegueros, es de quienes deben inspeccionar las bodegas sorpresivamente. Pero desgraciadamente todo comercio interior funciona mal, porque existe lazos de amistad y hasta familiares entre ellos. La denuncia ya está hecha, ahora al que le corresponda que tome cartas en el asunto del mal funcionamiento de las bodegas, que son casi todas
Cuando leo estás notas en las Redes me indignan, después me voy calmando cuando leo y me acuerdo que la Noche Buena se suspendió por muchos años, era delito celebrarlo para muchos, y después de la visita del Papá y a su solicitud se accedió a declararlo feriado, pero que recuerde, nunca se ha dicho en la prensa oficial porqué y que se celebra en el mundo ese día.. " Toirac recordó con nostalgia las celebraciones de su infancia, cuando el 24 de diciembre era una fecha inquebrantable en su hogar. “Desde niño, en mi casa siempre se celebró la Nochebuena. Mis padres y abuelos mantuvieron esa tradición aun en los momentos más extremos y contra cualquier prohibición”, compartió el artista. En aquellos días, la familia se reunía para preparar la fiesta, y todos tenían tareas asignadas: incluso los más pequeños contribuían haciendo cadenetas para decorar la casa."""""
Roberto. Cuando escribí ese comentario estuve escuchando las opiniones de las personas que esperamos frente a la bodega (de cuyo lugar exacto no hice referencia) y todos convergen en la reiterada llegada tarde del bodeguero. Sin embargo, el problema es su cumplimiento estricto del horario de cierre sin tener en cuenta las dos horas que esperaron por la apertura. Lea bien y piense si es justo.