Foto: ACN Agencia Cubana de Noticias

Si hay una organización tierna y maternal, entre todas las nacidas al calor de la Revolución cubana, es la Federación de Mujeres Cubanas (FMC). Pero ojo, la sensibilidad de sus integrantes no la hace más débil, por el contrario, con alas de féminas, ya libres de ataduras y discriminaciones, Cuba cobra altura y prestigio, a sitios y niveles inusitados.

En la brillante y extensa tradición de lucha que nos distingue, nuestras damas más que pedir siempre para sí un puesto en los lugares más riesgosos, lo ganaron a fuerza de responsabilidad, valor, cosecha de éxitos. Y luego ya, agrupadas en la FMC, jamás han faltado a un compromiso.

Surgida, el 23 de agosto, hace ahora 63 años, la organización hercúlea de heroínas, fue primero detonante que propició el despertar, conquistó peldaños que obligaron a sumarse, y abrió las puertas para la participación más amplia, al punto de que cuando se dice federada, se estará diciendo superación, salud, ciencia, dirección, orientación de la propia mujer y la familia, prevención social, protagonismo y Revolución.

En más de seis décadas de existencia, revolución y féminas han crecido asidas fuertemente de las manos. Complemento estratégico e indisoluble que ha propiciado deshacer entuertos, vencer obstáculos, también, sobre todo, para ofrecer mayores oportunidades, para que, desde el “taller natural donde se forja la vida”, la nación cubana sea más justa y también más fuerte.

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