Capitán Areskys Quintero Orta. Foto: Tomada del perfil de Facebook de Carlos Manuel Serpa

Golpea fuerte en la memoria reciente la proximidad de los nombres en medio de la incertidumbre por las vidas de quienes enfrentaban el fuego en la zona industrial de la hermana provincia de Matanzas. No importa cuán lejos han nacido aquellos que enfrentaron el descomunal siniestro.

El ajetreo en hospitales capitalinos, la movilización popular en función de la ayuda solidaria, los partes médicos sobre el estado de quienes sufrieron quemaduras, el rostro de los familiares en las salas de espera, la transparente verdad que fluía a través de los continuos reportes televisivos, la integración como sistema de defensa de fuerzas conjuntas para contener y extinguir las llamas. La presencia de nuestro Presidente Miguel Díaz- Canel Bermúdez, el Primer Ministro Manuel Marrero Cruz, Esteban Lazo Hernández, presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular, junto a las autoridades del Partido y el Gobierno de la Atenas de Cuba, en la zona de desastre y la atención directa a familiares y víctimas del incendio en hospitales. El recorrido del vicepresidente de la República, Salvador Valdés Mesa, por instituciones hospitalarias habaneras.

Impresionante la llegada oportuna de especialistas de México y Venezuela, con un puente sostenido de recursos para la extinción de incendios de gran magnitud, enviados por vía aérea y marítima, mezclados entre los cubanos que luchaban allí.

Algunas distancias se acortan y puede advertirse el dolor compartido dentro del pecho. Hago referencia, en nombre de todos, al capitán Aresky a quien conocí, siendo apenas un jovencito en Jaruco, Mayabeque. Ahora leo su nombre que vuelve a la luz, entre los 14 desaparecidos; mientras veo su fotografía…

Quienes enfrentan al fuego son mujeres y hombres garantes del gran valor de la vida y poseedores de un extraordinario sentido de lealtad sin límites ni fronteras.

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Los que luchan