
Tener un perro o un gatico, significa amor, cuidados, paz, a veces caos, otras, tranquilidad, es un periodo de adaptación, donde se les enseña y educa, en fin, tener un animalito en tu vida es el camino franco y sincero para tener amor, el más profundo y desinteresado. Ellos anhelan tu presencia, te extrañan como nadie, no saben lo que significa la palabra rencor, y nadie se alegra tanto cuando llegas al hogar como ese animalito tuyo, y es porque su amor es total e incondicional.

Como entusiasta de los perros (y también de los gaticos), y obviamente como observadora, debo decir que es la lección más importante que puede aprender una persona alguna vez en la vida, saber lo que es amar y ser amado, sin condiciones, sin restricciones, de forma leal, sin límites.

Casi todos los que han tenido una mascota, terminan forjando lazos tan fuertes e inquebrantables, pues ellos dan lecciones prácticas de lo que es un amor profundo, sin condiciones. Se convierten en parte de la familia, son compañía y ternura.

Para los ancianos no existe mejor compañía y para los niños son el mejor de los amigos que pudieran desear, así se les enseña a amar y cuidar a otro ser que les devuelve ese amor con creces.

De esta manera, los educamos a apreciar a todos los seres de la naturaleza y esa es una enseñanza que se debe adquirir desde tempranas edades en la escuela y en la casa. En el futuro serán hombres y mujeres mejores, con sentimientos verdaderos.
Ahora, cuando por fin se aprobó la Ley de Bienestar Animal, se están haciendo ferias a cada rato para adoptar a esos seres maravillosos y, no lo dudes, hazlo, si tienes un hijo, le estás enseñando respeto y amor, si eres mayor, estás adquiriendo un compañero inseparable para tus horas de soledad.
Aún nos falta mucho para de veras interiorizar cómo debemos tener ternura y respeto por ellos, y que no es solo un perro o solo un gato, no, es un ser vivo, que sin hablar te demuestra cada día todo su agradecimiento y amor.

No compremos perros de esta o aquella raza, adoptemos, ese perrito mestizo (que les llamamos sato, a veces con desprecio) vale tanto como el “de raza y pedigree”, valóralo y adóptalo, y sabrás lo que es la gratitud real y ese tipo de amor total que los humanos no sabemos entregar.
Si lo adoptas, no lo abandones, ellos sufren mucho, los estás exponiendo al peligro de las calles, al hambre y la sed, estás pagando con daño todo el cariño que te ofreció.

En fin, las Asociaciones protectoras de animales en las ferias, están llevando muchos animalitos, con el lema de Adopta no compres, Hazlo, toma uno y nunca te arrepentirás, pues te colmará de compañía, cariño, alegría y de enseñanzas para tus pequeños y para ti.
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