
Conté 45 minutos entre el tiempo que llegué a la parada y el momento en que monté en la guagua. Es difícil saber cuál debe ser el intervalo entre una y otra, pues eso responde al recorrido de cada una; lo que sí me habían dicho es que estaban “insoportables” como si un artefacto tuviera cualidad humana.
Y aunque es cierto que la demora me impacientó muchísimo –como al resto de los congregados–, pude apreciar no más subirme que el conductor tenía vuelto incluso para diez pesos y que el chofer no perdía ni un ápice de parsimonia cuando la gente quería “montar por detrás”, habiendo espacio suficiente en la primera puerta.
En ese sentido, creo que el transporte público en la capital ha mejorado; reitero, en ese punto, ya que no me es dable analizar los horarios de pase que, con certeza, son muy distantes unos de otros. Creo una muy buena costumbre imitar algunas extranjeras, que en sus tablillas de estación ponen el probable horario de tránsito. Y, ¡sin exageraciones! Sabido es que en esta Isla tórrida jamás tendremos puntualidad alemana o japonesa. No obstante, sería muy provechoso cierto rango de orientación sobre más o menos cuándo deberá pasar un ómnibus urbano, tanto para el público como para los transportistas: para alabar o criticar ese servicio; es decir, para el control popular, asignatura que vamos reforzando.
Otra cosa que he notado son las ausencias de inspectores: ¿qué les pasó, la COVID–19 los colocó en tareas prioritarias de salud? Para cuidar el orden de la cola eran imprescindibles. Mucho se habla de las vacunas y de cómo debemos ayudarlas a sedimentar su eficacia, pero, ¿dónde ha quedado nuestra conciencia acerca del necesario distanciamiento físico? Es obvio que nadie quiere quedarse en la parada, sin embargo, hay que organizar mejor. En La Habana otras opciones van “a toda rueda” al montarse únicamente los asientos que quedan vacíos. En las guaguas no.
Y hablando de los lugares que ocupamos en el transporte público y que ha generado más de una discusión durante décadas: ¿no cree que un cartelito “no hace al monje”? Si usted está bien arrellanado y contento del trayecto sentado en un sitio “normal”, y en eso sube una mamá con bebé en brazos, un niño, o una persona con discapacidad, el resorte debería ser levantarse de inmediato y ceder el puesto. Los choferes y los conductores van incorporando buenas prácticas, entonces, imitémoslos. Eso lejos de demeritarnos denotará nuestra cultura ciudadana, que dicho sea de paso se expresa también en llegar puntual, y no solo a la escuela.
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Concuerdo con usted y si los ómnibus tienen GPS porque no tener una aplicación como la de las gacelas que dice su ubicación en todo momento?.No creo que sea una tarea imposible y en provincias se ha logrado porque en la Habana no?Si yo sé por dónde está la guagua. No necesito ni horarios ya que en Cuba la frecuencia de los servicios varía en función de muchísimos factores incluyendo la indisciplina y los choferes escapados que hacen un recorrido fuera de todo control para apropiarse de la totalidad de lo recaudado.
Muy buena lección, es cierto, por qué no podemos poner el horario de cada ómnibus, puede hacerse con una aplicación del móvil por ejemplo, actualizada en la mañana, la tarde y la noche, cada terminal puede hacerlo, incluso con trabajo a distancia de una persona
Ante todo debo decir que estoy de acuerdo con su idea, pero al leer el artículo me doy cuenta que no está muy acostumbrada a transportarse en guaguas. El transporte está pésimo, la frecuencia es la que de la gana en el momento, "ya no hay covid" y todos vamos más que apretaditos y fe acuerdo con el tema de los inspectores al menos en una de las paradas que más frecuento, la de Carlos III y Belascoain en la que su presencia es casi nula en los peores momentos y cuando está realmente es por gusto.
De todos es conocida la crítica situación del transporte en la capital,más sin embargo, el fin de semana la Terminal de Peñas Alta se empeña en hacerla más caótica, a tal punto de estár hora y media en Alamar para lograr abordar una 62.Me pregunto...Es que acaso esa terminal presta solo servicio de transporte obrero,en días laborables? Según tengo entendido,para esa actividad está,la Empresa Transmetro.porque tengo después de trabajar toda una semana,limitarme a salir de casa porque a alguien se le ocurrió Sabado y Domingo,modificar el itinerario de las rutas A40 y A62?...Acaso esa Terminal es privada? Esa persona que hizo la modificación viaja en algunas de sus rutas?Quien le da respuesta al pueblo?
Pues soñar es gratis, por qué no aspirar a un mejor servicio, que no es gratuito, ni de caridad, claro que se merecen mejor servicio, y claro que se deben mejorar los hábitos de conducta