Foto: Tomada de Cubadebate

Cierran –mañana lunes– las cortinas del VIII Congreso del Partido Comunista de Cuba (PCC), el evento
político-social que traza los derroteros a transitar en lo adelante. En sublime gesto de lealtad y apego a todo lo sagrado que la Patria encierra, coincidió el cónclave con el aniversario 60 de la proclamación del carácter Socialista de la Revolución y la primera gran derrota del imperialismo yanqui en América. ¡Todo un símbolo!, sin discusión alguna.

A las arenas de Girón fuimos a defender la universalidad de los derechos para todos, prácticamente solo con la moral y la razón de nuestra parte, asistidas por la voluntad de todo un pueblo y la genialidad del líder antepuestas a la descomunal fuerza bruta del imperio.

¡Respeten! Fue el mensaje lanzado a enemigos y adversarios desde la contundencia de una victoria relámpago, que solo parecía cierta para los cubanos. Y precisamente el Partido de la continuidad que fundara el líder histórico de la Revolución, Fidel Castro Ruz, y que ahora celebra su VIII Congreso, prácticamente se forjó en Girón, como él mismo proclamara.

“Por aquella época trabajábamos precisamente en la tarea de unir las fuerzas revolucionarias en una sola organización, bajo una sola dirección. Podemos decir por ello que, coincidiendo con ese momento en que llevábamos adelante esa tarea, quedó forjado nuestro Partido. Por eso se considera el 16 de abril (…) como
la fecha de la fundación de nuestro Partido”.

Si supimos superar el Girón que ha significado enfrentar cada jornada, a lo largo de estas seis décadas, es porque contamos con un Partido único, unido, fuerte y genuinamente popular. Y así también
será en lo adelante.

Otras informaciones: