Recuerdo a nuestro Comandante en Jefe Fidel al referirse al serio, grave y creciente desafío que las enfermedades provocan a la humanidad; cuán actuales se tornan sus palabras en medio de la situación relacionada con la COVID-19 que enfrentamos los habaneros hoy, bajo medidas epidemiológicas restrictivas e incrementadas para contener el rebrote del nuevo coronavirus.
Apenas distan tres días para el 30 de septiembre, tal vez una de las fechas más esperadas por los capitalinos, desde que el día 1ro. del mes en curso se aplicaron nuevas medidas para reducir la movilidad de los ciudadanos durante 15 días, fecha que debió extenderse ante la dispersión de los contagios.
Sin embargo, siempre que el escenario epidemiológico lo permita, debemos continuar en el empeño de recuperar lo más rápido posible la economía, a la cual la COVID-19 ha dañado sustancialmente. La carrera es doble: de velocidad y resistencia.
El optimismo, tras meses de aislamiento físico y social, no puede resultar un valor perdido, pues si tambalea la esperanza de salir victoriosos se incumplen a diestra y siniestra, las medidas higiénico-sanitarias con la creencia de estar destinados al fracaso o a merced del destino. La batalla es de cada habitante dentro de sus hogares, en la calle, en los centros de trabajo.
Debemos mantener conciencia ciudadana y solidaridad junto a las autoridades, los médicos y a quienes laboran apenas sin descanso para defender el retorno a los espacios sociales de nuestra bella ciudad. Incluso si el 1ro. de octubre no dejamos atrás la fase de transmisión autóctona limitada, hay que seguir luchando por ti, por mí, por todos.