El Centro Diagnóstico de Imagenología del Hospital Pediátrico Juan Manuel Márquez y el bloque docente del Hospital Ginecobstétrico Universitario Eusebio Hernández Pérez, ambos pertenecientes al municipio de Marianao, fueron parte recientemente de un grupo de construcciones en pos de brindar mejores comodidades y servicios a los visitantes.
“La construcción del Centro de Imagenología comenzó hace alrededor de dos años; con una inversión por parte del Ministerio de Salud Pública (MINSAP) de más de 5 millones de pesos cubanos, la construcción duró 26 meses, explicó la Dra. Carolina Herrera Fuentes, subdirectora de Aseguramiento Médico del Hospital Pediátrico Juan Manuel Márquez, quien destaca que desde su inauguración, el 25 de junio del 2018, se han atendido allí cerca de 12 000 pacientes.
Mientras la Dra. Maylin Peña Fernández, especialista en Imagenología, asegura que los principales cambios están dados por la instalación de nuevas tecnologías como el angiógrafo biplano para hacer técnicas de intervencionismo vascular diagnóstico o terapéutico y un tomógrafo multicorte -anteriormente solo contaban con uno monocorte- que permite realizar imágenes de diagnóstico médica de mayor calidad en resolución, así como reconstrucciones multiplanales y volumétricas de los órganos en estudio.
Como resultado de una donación japonesa y la compra por parte del MINSAP de equipos de radiología digital, el establecimiento médico hizo una conversión de radiología analógica a digital; ya no se usan las placas sino que toda la información sale en formato digital a una red interna.
De igual manera, se reparó el bloque docente del Hospital Ginecobstétrico Universitario Eusebio Hernández Pérez; “solo falta un aula que se utilizaba antes para otras funciones y la biblioteca con término para dentro de dos semanas. El proceso de mantenimiento comenzó en agosto e intercalamos la actividad docente con las obras constructivas pues damos clases a estudiantes de Medicina (cuarto y sexto año) y de enfermería”, comentó Aurelia Peñalver Cruz, responsable del departamento de Docencia e Investigaciones de la institución.

Después de 77 años de creado, los locales educativos se encontraban deteriorados; los principales problemas estaban relacionados con la albañilería, la envejecida red hidráulica, las filtraciones, la pintura dañada y la poca iluminación. Las cooperativas no agropecuarias que fueron contratadas, además de la reparación, incorporaron ventiladores, lámparas de techo, pizarras y mobiliario para los profesores.
Yennis Verdecia Jiménez, alumna interna de sexto año de Medicina, destaca feliz y motivada que en comparación con otros años el hospital ha cambiado mucho; “cuando estaba en cuarto las reparaciones no habían comenzado, el pasillo no tenía claridad ni el teatro aire acondicionado. Actualmente los estudiantes somos más, hay muchos enfermos para atender y las salas tienen mejores condiciones estructurales”.