No recuerdo un 1ro. De septiembre como este. Fue raro no despertar con el habitual bullicio y entusiasmo de niños emicionados por entrar a un aula por primera vez o adolescentes que se acompañan para ir al reencuentro de sus iguales en su centro educativo.
Mientras que en el resto de las provincias del país la bandera de la estrella solitaria se izaba y se entonaban las notas del Himno Nacional, La Habana se quedó quieta, sin ver a sus estudiantes entrar a un mundo de conocimientos. El nuevo coronavirus ha obligado a cambiar la rutina de muchos, incluso ha obligado a cambiar la tradición (en la capital) de reír y soñar en la entrada de una escuela.
Estudiantes habaneros deberán asistir a clases de manera virtual, pues desde hoy comenzarán las transmisiones de teleclases, una estrategia del Ministerio de Educación para evitar el atraso académico.
Queda cumplir las nuevas medidas restrictivas para que pronto, en La Habana, se sienta esa emoción que muchos creen perdida y podamos volver a ver el brillo de los niños ante el saludo de su maestra.
![[impreso]](/file/ultimo/ultimaedicion.jpg?1757211827)