Ángela Pérez Pedroso, residente en calle Velonde No.205 entre Primelles y Chamuca, municipio del Cerro, escribe para plantear la situación que le aqueja desde hace varios años.
“En el año 1969 el edificio que radicaba en calle San Pedro No.358 entre Luz y Santa Clara, municipio de La Habana Vieja, fue declarado inhabitable, dándoles con posterioridad viviendas a todas las familias que allí convivían.
“En el momento de la entrega de viviendas, mi padre Juan Carlos Pérez Pérez se encontraba cumpliendo misión internacionalista, por tal motivo recibimos una orden de albergue con número 167/69, de la cual no se hizo uso por problemas de salud, y nos auto albergamos en el municipio del Cerro. Al fallecer mi padre he quedado al tanto de este problema, el cual hasta la fecha sigue sin solucionar.
“He asistido innumerables veces a la Dirección Municipal de Atención a Comunidades de Tránsito (UPACT) de La Habana Vieja, donde se encuentra el expediente del caso.
“En cada visita a la entidad recibo como respuesta que ‘el expediente está entre los casos priorizados’; ‘solo falta llevarlo a la Comisión de Análisis provincial’ y ‘no se desanime que su caso se debe resolver para el próximo año’.
“En este proceso han transcurrido 49 años”.
ESTA ES MI REALIDAD Y NO SÉ QUÉ HACER CON ELLA
“Desde que se clausuró la bodega de la calle Perdomo esquina Adriano en el municipio Regla, allá por el 2015, el lugar se ha convertido en el vertedero de basura de la comunidad”, así comienza su misiva José Piquera Rodríguez, vecino calle Adriano 477 entre Perdomo y Fresneda, municipio de Regla.
“En febrero de 2018 me dirigí a la Unidad Básica de Comercio en Regla para entrevistarme con el director general respecto a esta situación. En su lugar me comuniqué con el subdirector de la unidad, le expliqué la situación del vertedero de basura y la necesidad de demoler y reconstruir la bodega.
“La situación de este inmueble está afectando mi vivienda; se producen filtraciones y cada vez más aumenta la humedad en mi casa producto al deterioro del techo en la maltrecha construcción.
“El subdirector planteó que ellos desean arreglar la bodega, pero no tienen presupuesto para la reconstruir el lugar. Me dirigí a la Empresa Provincial de Comercio en Centro Habana y conversé con el subdirector técnico Julio César Scott Tamayo. Él planteó que iban a presentar el proyecto de demolición a la Empresa de Demoliciones, pero los compañeros de la mencionada empresa no se han presentado.
“La bodega se sigue cayendo y el basurero aumenta de tamaño cada día. Para colmo de males, frente al lugar donde pululan ratas y moscas, están los puestos de carnicería y lechería. Esquina opuesta al basurero hay una cafetería rentada al Estado. (…) Tengo miedo a que la bodega se derrumbe sobre mi casa, que no está en buenas condiciones, y la dañe severamente”.