Arturo Mesa Imberno, amante a la lectura, escribe a la sección luego de conocer en los medios de prensa la apertura de la Librería Abril, ubicada justo al frente del Capitolino Nacional. Al respecto, Mesa Imberno deja sus criterios sobre su visita al lugar:
“(…) Escuché hablar maravillas de la Librería Abril, donde se resalta la calidad de las ofertas y el hecho de que el lector puede ahora tener en sus manos importantes títulos de autores latinoamericanos.
“(…) Me decido a darme un salto hasta allí para disfrutar de las ofertas de los anunciados libros de Márquez, Cortázar, Galeano, Allende, etc., que cada buen lector debería tener en su casa.
“Pero tan de grande fue mi ilusión como luego mi inmediata frustración y decepción al escuchar a las dependientes decir que los libros de esos autores eran en CUC, pero no solo en CUC, sino que un libro de apenas unas 100 páginas de Gabriel García Márquez costaba 17 CUC; una antología de Julio Cortázar 23 CUC y un compendio de historia moderna por un autor inglés, 67 CUC. “¿Quiénes son los decisores de tales precios ridículos para una literatura que se encuentra en plena agonía ante el empuje de los audiovisuales, los tablets y los smartphones?
“¿Quién va a comprar un clásico de la literatura latina por 23 cuc que equivale al salario de un trabajador medio? ¿A quién se le ocurrió hacer esas promociones (…) con unos precios que muchos de nosotros podemos pagar?
“¿En qué país del mundo, una novela de Isabel Allende cuesta lo mismo que el salario devengado por un trabajador de la educación? “Lo peor es que la colección allí expuesta de los autores latinos (de bolsillo) ya fue presentada hace unos tres años en la librería Fayad Jamis con autores como JM Coetzee, Ernest Hemingway, Junot Díaz, Simone de Beauvoir, etc. por el precio de 25 y 30 pesos MN como atestiguan los más de 10 libros que en esa ocasión compré y tengo”.
Esperamos estas líneas de Arturo Mesa Imberno sean leídas y tomadas en cuenta. Un punto importante de su escrito, que comparto, es que en tiempos de tecnología, informatización y consumo, el clásico hábito de la lectura (libro en mano) debe protegerse de una manera bilateral.