Todos amamos La Habana, con la fuerza y pasión de sentirla en los huesos y respirar profundo con su aroma de mar. Pero, ¿qué hacer por ti, Habana nuestra? Pues, lo preciso para regresar a inhalar un aire no contaminado, sin miedos ni pánico a un muy mortal virus, adornado por una corona, no de miel, sino de enfermedad y hasta muerte.
No obstante, el amor que inspira nuestra ciudad, hay quienes no la aprecian lo suficiente como para cumplir con la disciplina establecida y hacer lo que deben: cuidarse a sí mismos y al prójimo.
Permanecen en las colas sin nasobuco o colgados al estilo babero, se aproximan hasta encimarse sobre los demás, hacen reuniones cual, si nada pasara y, en fin, corren tras la locura de no importarles la salud humana, ni la suya propia.
Es triste tributo a esta ciudad que estuvo en cero casos hacerla retroceder, es desconsiderado para con todos aquellos que sí nos cuidamos y velamos por los demás.
Amar La Habana es defender la salud de todos y cada uno. Es aspirar a que llegue el día en que volvamos a respirar ese aire tan propio de mar, sal y música sin aprensiones. Aplaudimos cada noche el esfuerzo de médicos, del personal todo que se sacrifica por salvar vidas, pero ¿es esa ovación, solamente, lo que necesitan? Yo aseguraría que no. Podría afirmar que nuestros galenos, quienes entregan su energía, tesón y valentía, cada día, para salvar vidas, precisan también de consideración, precisan de que La Habana regrese a cero casos, como lo han logrado otras provincias del país, con orden, conciencia y empeño.
Amar la Habana para mí tan simple como entregarle cada día sabernos proteger, cuidar de los demás, ayudar a que otros lo hagan, de que vale un aplauso cuando....... Por favor no quiero más tristeza s en esta Habana, ciudad maravilla.
La Habana es tierra querida por los que nacimos aquí y por quienes la tienen como la ciudad que nós adopto. Todos debemos cuidarla qué significa también cuidarnos. No es un buen precedente haber sido la única provincia que permaneció en fase 1 sino también la única que retrocedió de momento a fase de transmisión comunitaria. Que rápido muchos se olvidaron de que ese periodo duro cerca de tres meses y por tanto es difícil predecir cuanto más durará esta etapa. Trabajemos para lograr que el aire de la Habana deje de tener aroma de coronavirus enfermedad, graves y fallecidos y pueda recuperar el olor a mar, a vida de sus parques y sus calles. Claro que se puede!!
La Habana es tierra querida por los que nacimos aquí y por quienes la tienen como la ciudad que nós adopto. Todos debemos cuidarla qué significa también cuidarnos. No es un buen precedente haber sido la única provincia que permaneció en fase 1 sino también la única que retrocedió de momento a fase de transmisión comunitaria. Que rápido muchos se olvidaron de que ese periodo duro cerca de tres meses y por tanto es difícil predecir cuanto más durará esta etapa. Trabajemos para lograr que el aire de la Habana deje de tener aroma de coronavirus enfermedad, graves y fallecidos y pueda recuperar el olor a mar, a vida de sus parques y sus calles. Claro que se puede
Muchas gracias a ambos Esteban Torres y Georgina Macías por sus bellos comentarios sobre nuestra ciudad, y también por el análisis de la realidad. Todos deseamos que nuestra Habana maravilla se recupere lo antes posible como deseamos que nuestros médicos nok solo reciban ese aplauso sinko que puedan salir del riesgo del virus al que están sometidos cada día. En aras de esos logros, solo necesitamos disciplina., Gracias de nuevo.
Los que vivimos en La Habana tenemos que hacer mucho por ella, como nos enseño el gran Eusebio Leal, pero no siempre se puede ver eso, pues las indisciplinas van en aumento, la falta de cuidado ante la pandemia es preocupante, vemos la juventud que no se cuida poniendo en riesgo a la familia y la sociedad. Voy a detenerme en lo que veo a diario en Alamar, a partir de la 5:00 de la tarde en todos los barrios se juega futbol y como lo hacen, sin proteccion, fuman y se pasan el cigarro, toman ron del mismo recipiente, se agrupan y despues van para las casas donde hay personas mayores, si nos detenemos en la higiene ambiental es un cao, areas verdes desatendidas, chapean las areas verdes y dejan toda la basura, no hay cultura del detalle, las fosas es algo latente, por ejemplo en la Zona 11, corren las aguas albañales y muchas terminan frente a la escuela Jose Marti, que peligro, aunque no tengamos clases, las colas para que hablar estan igual que la pandemia, es una lastima que este reparto este en estas condiciones pues es un lugar bonito bien diseñado desde que se empeso a construir hace muchos años, pero el abandono la chapuceria se ha adueñado del reparto, solo la avenida principal se ve bien, es como si a Comunales le interesara solo esta o es la que le controlan, ahora estamos en pandemia pero cuando esta pase hace falta una atencion Gubernamental para rescatar este reparto que forma parte de la entrada a la capital.