
Independiente de la inexperiencia existente en el país para asumir retos como lo relacionado con la venta virtual de productos a la población, no en todos los establecimientos diseñados con este fin, el comportamiento es igual.
En los últimos días conocimos de entregas a domicilio pendientes, por más de un mes, en unidades de tiendas Caribe como “Villa Diana”, la cual cuenta con un considerable número de pedidos atrasados, y por lo tanto no cumplimentados. Otras situaciones de demoras se han dado también en 5ta. y 42, y en otros puntos de venta de la capital, en mayor o menor medida.
El caso de “Villa Diana” es más significativo por haber rebasado los 30 días de espera por parte de los compradores y desconocer los motivos que han provocado esta situación. Clientes del lugar que esperan desde el día 4 del pasado mes, inconformes, nos han comentado sobre la morosidad de la entrega, y además han señalado la escasa comunicación alcanzada con la entidad debido a la interrupción de los teléfonos indicados y también la carencia de respuesta a través del correo que brindan.
Hay quienes han acudido personalmente al lugar y recibido en el sitio la explicación, -luego de días sin información- sobre las múltiples dificultades confrontadas. Entre estas mencionan el haber asumido pedidos por encima de las capacidades de ofertas existentes, lo cual trajo consigo la imposibilidad de repartir las solicitudes convenidas inicialmente, entre 7 y 10 días.
Otro de los motivos está dado, -dicen clientes que estuvieron en la tienda y fueron atendidos por el comercial-, en la coincidencia que existió con el cierre en mayo, durante días, de “Cuatro Caminos” y “Carlos III”, lo que provocó una avalancha de solicitudes, esencialmente, a Villa Diana, que entonces brindaba ofertas interesantes. Y ante esta situación esta tuvo que parar y priorizar el reordenamiento de su servicio atendiendo a la cantidad de facturas recepcionadas, miles, -al parecer más de lo previsto-, lo cual a pesar del esfuerzo emprendido, no les ha sido posible actualizar completamente.
En contraste, hoy hemos escuchado a varios usuarios que en estos días compraron en “Carlos III”, y “Cuatro Caminos” referirse con mayor nivel de complacencia de estos servicios, a pesar de que no siempre cuentan con los productos más demandados.
Sin dudas, el tema resulta de suma importancia por las afectaciones e inquietud que ha producido en la población, donde todavía hay un considerable número de personas que esperan por la concreción de dicha prestación, y en momentos que se demanda evitar las aglomeraciones de ciudadanos con las largas colas en establecimientos de la red de comercio minorista.
La inexperiencia debe ser un factor significativo en lo acontecido en esta instalación. Pero cuando se asume un servicio como este que hoy crece significativamente y el cual fue promovido por los medios de comunicación locales y nacionales, se impone su cumplimiento sin dilación.
De lo contrario, las administraciones deben, a través de sus especialistas o técnicos de Protección al Consumidor, ofrecer, oportunamente, los elementos exhaustivos y convincentes que inciden en la demora, o si fuese preciso, a tiempo también, cancelarlos y hacer las devoluciones respectivas.
Este proceso de compra virtual que ha llegado para quedarse tiene que continuar perfeccionándose. Hoy ante la pandemia de COVID-19 se ha vuelto una actividad decisiva, pero mañana también constituirá una modalidad que facilitará la adquisición de artículos y otros enseres necesarios, de modo no presencial por parte de los trabajadores, amas de casa, y otros segmentos de población que lo requieran.
No puedo aceptar justificaciones ante el mal trabajo, ni la cacareada frase de que “estamos trabajando en eso” o “estamos tomando medidas” o “vamos a ejercer mayor exigencia y control” ¿Hasta cuándo promesas e intenciones fallidas? ¿Hasta cuándo justificaciones a problemas internos de funcionamiento que tiene que resolver Tiendas Caribe? ¿Hasta cuándo justificar el mal funcionamiento del sistema con el aumento considerable de las órdenes recibidas? Cualquier negocio en el mundo ¿Qué culpa tienen los clientes de ello? ¿Cuánto tiempo más se necesita de maltrato a los clientes? ¿Cuánta más paciencia requieren de sus clientes?
Simplemente es una falta de respeto a la población y no puede seguir siendo que se justifique..pues el no contestar los correos ni los teléfonos no es justificable....han sido miles de quejas y sin respuesta..solo malos tratos y proceder. Si seguimos con la mala práctica de justificar lo que se hace mal.. jamás saldremos de estos problemas
Bueno existe ineficiencia ademas de un desabastecimiento que no hay quien se empate con ningún producto y cuando lo ves no te tiempo pedirlo al momento ya se acabo ese problema genera descontento y la ves obliga a las personas acudir a las tiendas y ahi es donde esta el peligro
Usted no mencionó, que las ti3ndas no tienen absolutamente nada, y si surten con algo lo hacen despues de las 12 d3 la noche y a los minutos no hay nada."Que casualidad".Pero bueno que vamos hacer?
Se creó demasiada expectativa con las tiendas virtuales y sus instituciones no fueron transparentes y aún no lo son en la evaluación de sus capacidades de abastecimiento, procesamiento, transporte e informática. Cuándo van a actualizarnos de su situación? Adicionalmente la publicitada aplicación mialerta informa de productos no disponibles en las tiendas. Por momentos generan más estrés que facilitación del comercio.