El imponente edificio del Museo Nacional de Bellas Artes de Cuba –sede de Arte Universal–, sito en San Rafael entre Zulueta y Monserrate, Centro Habana, guarda, para felicidad del goce estético, colecciones de pinturas, esculturas, grabados y dibujos agrupados en cinco grandes áreas geográfico-culturales. En la sección dedicada a la pintura ibérica uno puede deleitarse ante los lienzos del español Joaquín Sorolla Bastida. Pienso, por ejemplo, en su obra Pescadoras valencianas de 1908.
Las piezas que ejercen, sin embargo, mayor seducción se enmarcan en la maestría griega. Son admirados en superlativo un conjunto de vasos que plasman temas de la mitología y de la vida cotidiana de la Antigua Grecia; mensaje artístico legado desde pasados milenios de esplendor y buen gusto. También el público puede acercarse al Egipto de los magnos faraones y contemplar 112 piezas de significativo valor museístico.
Leído lo anterior pudiera pensarse que un paseo hacia esa institución, perteneciente al Ministerio de Cultura, devendrá en mágica experiencia. En parte esta apreciación es acertada pero no resulta tan sencillo penetrar en el recinto y no porque nadie impida la entrada, sino porque el mal olor acumulado en sus amplios portales puede amedrentar incluso a los más entusiastas. Apena e indigna que esa antihigiénica situación se produzca en un perímetro de alta concurrencia de habaneros y de turistas. Alguien debe tomar cartas en el asunto y velar porque durante las madrugadas personas inescrupulosos no orinen en el camino hacia ese paradigmático templo de cultura, exponente fidedigno del esfuerzo que realiza el país por conservar y mostrar los altos quilates del refinamiento artístico del mundo.
Es obvio que a quien mas le interese sea a la propia administracion del museo y a sus ingresos por tanto aunque no descarto que pueden coordinar acciones con la policia y otras entidades del terrritorio y aunque se que el tema del agua es deficitario la limpieza sistematica al menos cada dos dias de esos brillosos pasillos externos atrae a la gente a visitar una casa de cultura tan maravillosa, creo que similar situacion tiene el Gran teatro Alicia Alonso y algo han hecho Hay que recuperar el brillo de la habanaaaaaa los pasillos y la acera se limpia con agua hasta en Buenos aires Argentina y el agua hay mil maneras de ahorrarla pero no dejando de limpiar!!