¿Quién dijo que estamos aislados? Esa ha sido la pretensión del imperio yanqui sin lograrla. Nuestros amigos se multiplican en esta carrera de resistencia que significa enfrentar a diario el bloqueo económico, financiero y comercial que, en 60 años de crueldad, ha causado daños calculados en 134 mil 499 millones de dólares. A las puertas de una nueva sesión de la ONU dedicada a condenar esa política injusta, la vida habanera bulle de iniciativas y entusiasmo.

Muchas son las acciones que acometen las autoridades gubernamentales y partidistas de la capital para mitigar las dificultades cotidianas, derivadas de la obcecada decisión de la Casa Blanca, de querer sumirnos en la desesperación y las carencias. Pero como se apuntaba al inicio de estas líneas no estamos solos.

Son cientos los acompañamientos solidarios llegados de todas partes del mundo, incluso desde los propios Estados Unidos donde también hay gente de bien: el Foro sobre “Oportunidades de Negocio en Cuba”, en Massachusetts, ratificó que la aerolínea JetBlue volará Boston-La Habana, a partir del 10 de noviembre, lo cual incrementará los vínculos bilaterales y los ingresos.

Según cifras del último informe del Minrex sobre las afectaciones provocadas por el bloqueo –que contempla datos entre abril de 2017 y marzo de 2018-,la Empresa Comercializadora de Alimentos (Alimport), se vio sumamente impactada, teniendo que desembolsar 3 millones 533 mil 271 dólares para comprar en mercados muy lejanos los productos destinados esencialmente a la canasta básica, al consumo social, y a la adquisición de materias primas para la industria alimenticia nacional.

Y ya se ha comprobado: es en los momentos difíciles cuando se prueban las lealtades. Así, la Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación (Cosude), presente aquí desde 1997, con un presupuesto anual de 11,7 millones de dólares, ha incidido favorablemente en el desarrollo y la agricultura local, eslabones esenciales para enfrentar al gigante de siete leguas con inteligencia y empeño, lo mismo que un día lo hizo Meñique ante un supuesto invencible ogro. De ahí la certeza colectiva de que nuestra próxima batalla en Nueva York será nuevamente ganada porque amigos a Cuba le nacen todos los días.