Foto: Tomada de Prensa Latina

Marcan los hitos de la historia. Desgarran unas veces, otras reconfortan. Aleccionan siempre. Y en ese discurrir de notorios acontecimientos que forman parte de la vida misma, el azar dispuso que junio 14 deviniera para los cubanos motivo de regocijo y celebración, por partida triple.

Había sido sin embargo -sin penas ni glorias que para nosotros lo singularizaran-, solo uno más de otros tantos días hasta que, en 1845, Antonio Maceo Grajales lo señalara con su nacimiento, punto de partida de una brillante existencia que terminara por inmortalizarle.

Pero como pese a tanto batallar, dejó al morir cosas por hacer, en premio a la mucha gloria para la Patria conquistada, al cumplirse el aniversario 83 de su nacimiento, tal vez como regalo a sus compatriotas, en la fecha les llegó a los cubanos, desde la Argentina (sin que en ese entonces los supiésemos aún) otro parto venturoso.

Maceo nació mulato y pobre en una sociedad esclavista, donde señoreaba Poderoso Caballero Don Dinero. Se alistó como soldado en el ejército mambí, procuró siempre la primera línea, ganó méritos y llegó a General, a punta de machete desde la manigua en la lucha por la Libertad de su amada isla frente a la metrópoli española.

No por gusto respetado y reverenciado hasta por enemigos y adversarios y apodado por sus compañeros de fila el Titán de Bronce.

Ernesto Guevara de la Serna (Che), en cambio, nació argentino y a fuerza de puro coraje y muchas hazañas, con el pellejo en juego, devino ciudadano cubano, latinoamericano como el que más. También del mundo, en su condición de internacionalista incondicional y soldado de todas las mejores causas.

Revolucionario y comunista ejemplar, le han calificado las más autorizadas voces, testigos de su ascenso al escalón más alto de la especie humana, desde donde brilla devenido paradigma.

“La libertad no se mendiga, se conquista con el filo del machete” dijo el Titán. “Solo existe un sentimiento mayor que el amor a la libertad, el odio a quien te la quita”, sentenció el Che.

"Tampoco espero nada de los (norte) americanos; todo debemos fiarlo a nuestros esfuerzos; mejor es subir o caer sin su ayuda que contraer deudas de gratitud con un vecino tan poderoso...", afirmó aquel. “Al imperialismo ni un tantito así, certificó el argentino.

Total coincidencia, amén de las distancias geográficas y temporales. Pero como si no fuera suficiente, para nuestro regocijo, en el empeño de defender la independencia conquistada, en sintonía con las resonancias de un patriota y otro, también un 14 de junio (1961) nos nació a los cubanos, a los del occidente dela Isla, a los capitalinos, el Ejército Occidental, Punta de Vanguardia del Gran Ejército del Pueblo.

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