La carencia real de alimentos, los delirantes precios, la adquisición de productos en MlC han convertido la gastronomía en tema de alta sensibilidad nacional para una parte significativa de la población cuyos salarios y pensiones apenas le permiten adquerir lo esencial para sobrevivir.
En ese contexto desfavorable para la alimentación es comprensible que un programa como Chefarándula, que en otra circunstancias podría ser mejor valorado, cause particular irritación en no pocos televidentes.
He leído airados mensajes en las redes sociales señalando que consideran una burla el hacer recetas con ingredientes que no pueden ser adquiridos, ni por aquellos que tengan alguna posibilidad financiera.
Por supuesto que existen restaurantes con ofertas más sofisticadas, que entran al pais todo tipo de productos alimentarios, sin gravamen, que hay sectores poblacionales, que por diversa razones pueden realizar las recetas de Chefarándula.
Pero una televisión pública debería tomar en cuenta las inquietudes de sus acreedores, en este caso los televidentes y cuidar del concepto de lo oportuno según las tensiones de la realidad, no sólo en las artes culinarias, claro está, pero en este caso debería contribuir a la evolución de la dieta cubana restringida no sólo por la escasez cierta, sino por malos hábitos que ignoran hasta posibilidades autóctonas.
Cocina al minuto, de Nitza Villapol, es un referente de creatividad en tiempos de penuria y como en penuria se vive los programas de este tipo, de existir, deberían tomar en cuenta esa realidad.
No dudo que a unos les plazca ver a los artistas cocinando, que es "gancho" , atractivo legítimo para llamar la atención sobre el arte de cocinar sólo que ese es un arte dificil en los hogares cubanos actualmente y debería haber cierto pudor respetuoso al respecto .
No es responsabilidad de Chefarándula el no tener un enfoque más apropiado para el contexto, debe haber encargados de asesorar los matices más convenientes para que un programa de tv pública se comunique de manera efectiva con su diversidad de destinatarios.
(Tomado del perfil en Facebook de Soledad Cruz Guerra)
Otras informaciones:
Muy acertado el artículo. Pienso que los directivos de la T.V. cubana deben ser más cuidadosos con el contenido de sus programas y evitar herir sensibilidades. Hay que oír más a los televidentes.
que hay sectores poblacionales, que por diversa razones pueden realizar las recetas de Chefarándula.y estas persona viven en cuba? a quien se refieren, esta ambigua esa afirmacion, deberian quitar el programa de la tv, como siempre los directores y representantes de la TVC, realmente no la ven.
Aunque sea un programa instructivo debieran prepararse alimentos con productos en correspondencia a lo que hay en el mercado con acceso al pueblo trabajador porque se usan productos que quizás en la Habana existan en mlc pero no en otras provincias es una falta de respeto
Eso es válido para todos los programas de cocina que hay en TV. Muestran recetas con ingredientes inalcanzables. Nitza era más práctica pero también en aquella época teníamos otras posibilidades, ahora hace falta magia.
Desde el momento que se dio la conducción a un cocinero español, con tanto chef de calidad que tenemos en Cuba; desde el momento en que se le dio el nombre al programa; desde la selección de recetas - e ingredientes - casi inexistentes en los hogares cubanos... yo siento que ese programa se creó para dar trabajo a alguien (el chef) amparado por alguien (ese o esa sí no sé quien será), y en honor a la verdad me resulta indigerible. Coincido con todos aquellos que reclaman la Neurona, programa que estimulaba el intelecto, tenía algunas dosis de humor, bastantes de agilidad mental, y nos distraía del diario bregar en un horario en el que se necesita refrescar y no incomodarse pensando en qué te dicen que se puede comer mientras tú ni sabes lo que pondrás mañana en la olla... retiren el programa con una buena disculpa a los televidentes (vaya, si quieren ni se disculpen, pero retírenlo de una vez) y que el españolito se vaya a España o se quede en Cuba si quiere, pero haciendo otra cosa...