Cada palabra de la misiva enviada por Marlen Domínguez, contiene la angustia vivida junto a sus vecinos desde el pasado día 14 de agosto, cuando la contaminación en la cisterna del edificio, en el cual reside, se multiplica con el agua albañal que viene desde la calle por todo Escobar, entre Zanja y Salud.
Expone que su delegado “ha hecho mil gestiones”; incluso los funcionarios de la dirección de Higiene y epidemiología han venido; mientras, “solo unas pocas veces han traído pipas para coger agua potable, directamente”, pero no se acaba de resolver. Las consecuencias de este mal –que pudiera ser resuelto con la solución del problema que causa otro: una cisterna contaminada e inhabilitada- se agrega el traslado de agua en pipas con todos los gastos adicionales que conlleva ese trasiego y las dificultades para los residentes de mayor edad que no pueden cargar el líquido vital a sus domicilios.
Marlen expone que: “Ya hay personas con conjuntivitis, manifestaciones de vómitos, diarreas y fiebre”. Incluso, “los huecos que abrieron para detectar de dónde venía (el agua de albañales) siguen abiertos y llenos de tierra ahora”.
Conocemos las dificultades y esfuerzos para garantizar el agua potable con fuertes inversiones en las cuencas suministradoras.
De manera que proteger las vías de suministro implica una observación rigurosa por parte de los organismos responsables de este suministro. En el texto, Marlen expone que “la gente se siente desatendida e irrespetada (por supuesto, no por el delegado en su infructuosa gestión). Y agrega que “no es necesario esperar a una crisis mayor como una epidemia (…) para resolver un problema tan delicado”.
Esperemos que tal solicitud movilice el rescate de esa cisterna y el restablecimiento de las condiciones de higiene que ahora afectan a los vecinos de esta localidad habanera en el municipio de Centro Habana.
Gracias por la escucha y el acompañamiento. Ya arreglaron en la esquina. El cierre del hueco y clorado pendientes, pero ya muy esperanzados de que está semana podamos volver a la bendita rutina. Gracias a los que han contribuido a ello, a los sensibles, a los que escuchan, a los que hacen su trabajo con rigor y compromiso. Al periódico también. Me ofrezco para si puedo serles útil en algo. Y gracias a ti, querido Raúl. Éxitos y cuida tu salud, Marlen