Elecciones en Cuba

 

“Los pueblos han de vivir criticándose, 

porque la crítica es salud; pero con un 

solo pecho y una sola mente”

(José martí, Nuestra América)

La concurrencia a las urnas, el próximo 26 de marzo, pone a los cubanos de cara a una elección trascendental para el futuro inmediato de la nación. Elegir por todos, sí, precisamente de eso se trata, contrario a lo que piensan y dicen algunos (mal intencionalmente o por desconocimiento), quienes califican a los comicios como acto formal, en el cual no existe la posibilidad de escoger, en tanto no hay contendientes, y solo se trata. Nuestra fortaleza es la unidad. 

Con nuestro voto, por sobre todas las cosas, más allá de elegir a los diputados al Parlamento para una nueva legislatura, la Décima, estaremos optando por mantener la soberanía, la independencia y la dignidad que nos permite construir nuestro sistema Socialista plagado de obstáculos condicionantes de un bloqueo genocida que provoca carencias, que vuelve espinosa la cotidianidad al doblar de cada esquina; pero a la vez un sistema social esperanzador, humano y justo, con las alas abiertas, en el propósito de cobijar, sin exclusiones discriminatorias, a todos sus hijos.

La abstención indirecta y no consciente del error que significa y las consecuencias de retroceder, renunciar a nuestros principios, es hacer el juego a quienes –desde campañas mediáticas- interfieren, crean estados de opinión desfavorable entre los confundidos y preparan las condiciones para garantizar su injerencia en Cuba, con un gobierno Made in USA. 

Baraguá es parte de nuestra historia Patria. Nosotros no podemos entendernos con los que claudican; primero está la Patria, jamás las concesiones a los enemigos, esa es la cuestión.

A los que apuestan al enmarañado panorama, que ellos mismos o sus patrocinadores han contribuido a enrarecer, le vamos a dar, el venidero domingo, quizás no aplastante, pero sí contundente respuesta. Y a quienes se preguntan con qué se sienta el cocodrilo, les recordamos aquella frase del Comandante Juan Almeida, cuando el pueblo renacía como ejército en la Sierra Maestra, creció y nos mostró el camino que sabemos es mejor para todos. Contamos con la memoria histórica de nuestro pueblo.

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