
Incongruencias aparte -algunas más marcadas y trascendentales que otras-, el nuevo sistema de comercialización de los productos controlados de alta demanda, a la venta en las otrora tiendas de ventas en cuc, funciona. Es, entre todas las prácticas ensayadas hasta el momento, la que más ha logrado acercarse a lo justo y necesario, aun cuando es menester acabar de saldar viejas deudas asociadas a imperdonables omisiones, apretar las clavijas a fin de que las mercancías contempladas en el módulo lleguen y puedan adquirirse todas a un tiempo, y se impone acabar de desterrar “vestigios del desorden que imperaba cuando personal ajeno a las tiendas manejaba las mercancías destinadas a la población”, como apuntara por estos días una colega.
Fueron muchos de mis vecinos de Aldabó quienes –en gesto de gratitud- me han pedido hacer público el aplauso (casi) generalizado y el reconocimiento colectivo, con la añadida encomienda de reconocer cuánto han mejorado, en el empeño de satisfacer las expectativas de sus consumidores de las respectivas bodegas a ellas asociadas, las dos unidades del barrio: La Lucha (TRD), sita en calle 100 y Quintana, y la de CIMEX, ubicada en 13 y carretera de Aldabó, esta última, a partir de un cambio de administración, en respuesta a las continuas quejas e inconformidades, suscitadas al calor del mal servicio.
Es menester brillar los tonos grises donde ha empezado a abrirse paso la luz, no solo porque pueblo lo anhela y tiene el derecho, también es lo que toca. Mejor es posible, si vamos de la palabra a los hechos, hacemos de la exhortación un principio que acabe por erigirse determinación, de manera tal que le robemos espacio a las carencias con voluntad humana y entrega.
Empeño, que además de equidad y eficacia, debería proponerse como objetivo prioritario, garantizar ambientes sino armoniosos al menos sí pacíficos y tranquilos, lo cual entre las muchas aristas y elementos a tomar en cuenta, impone una mirada (si urgente mejor) a los fenómenos (mañosos) asociados a la prioridad que en las colas se le da a los vulnerables. No hay nada que irrite y provoque más que los desvergonzados colados, en una cola infinita, en el tiempo y el espacio.
Como en botica o si se quiere la viña del Señor, de todo hay: Desde vulnerables que más bien son invulnerables hasta otros que lo son de verdad, pero conviven con 10 personas o tienen algún padecimiento que, menos colas, le permite hacer todo lo demás.
También están aquello(a)s que, en gesto de irrespeto mayúsculo, luego de ser beneficiarios de la generosidad de quienes llegaron primero y esperan pacientemente, osan comprar con más de una libreta, burlándose soberanamente de aquellos que pusieron la desventaja ajena por encima de su derecho y necesidad. Y hasta otros que llegan con muletas y después de hacer las compras y gozar de la preferencia, olvidan la cojera y hasta las muletas.
No estoy en contra de socorrer al necesitado. ¡Dios me libre! Pero me gustaría que crean mecanismos que no dejen espacio a simuladores y aprovechados. Organizar el sistema, de eso se trata, de manera tal que estén solo los que son, y no acabemos por provocar malformaciones mortales, en una criatura que nació sana, y por su humanismo, nos define y forma parte de nuestra idiosincrasia.
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Realmente en mi punto de venta la organización es excelente, se adquieren los productos sin mayores dificultades, mi felicitación para los trabajadores del quiosco Villa Panamericana.
Muchísima razón en su comentario. Ahora, con el sistema implantado hemos podido adquirir los productos, los trabajadores. Da vergüenza ajena las personas mayores que se involucran en violentar el derecho de todos los consumidores. En mi caso, me da irá, (Soy mayor, trabajo y vivo sola) pero hago mi cola para comprar cuando me pertenece. He visto y padecido "VULNERABLES", con 10 o más personas en su núcleo. La justicia y el respeto empieza por casa. Si la familia no considera a sus ancianos, porque pedirle al ajeno solidaridad. Hay que hacer un chequeo de los ancianos que vivimos solos y las condiciones de cada caso. Saludos cordiales
Realmente los métodos implantados en los territorios no es el idóneo, pues los productos deberían ser situados en bodegas y carnícerias (sin poner el pretexto de que no tienen refrígeración, porque en la actualidad despachan pollo, picadillo y embutidos cuando viene), pero ha sido una distribución mas equitativa, donde entre LCC-DEPENDIENTES-COLEROS se llevaban todo. Se debe ser un poco sensible con personas que somos viejos, padecemos de enfermedades (sin bastón) y vivimos solos, haciéndose muy dificíl trasladarnos largas distancias hacia esos comercios y posterior a ello hacer largas esperas, teniendo que abandonar el íntento en ocasiones por estar desfallecido.
Quisiera expresar mi caso (y el de mis vecinos): En la tienda de "Almendares - El Bosque" sita en calle 28 y 47, Playa, al lado del Puente "Almendares", después de tres ciclos de compra desorganizados (algunos marcaban desde el día anterior y otros colaban a amigos y vecinos que no habían marcado tan temprano; por lo que, nosotros nos demorábamos entre 6 y 9 horas en la cola en el día que le tocaba a los núcleos de mi bodega), POR FÍN, en la Recuperación del 3er. ciclo se logró que organizaran el Orden de entrada a la tienda por No. de la Libreta y POR HORA, y así se pudo reducir la estancia allí a 1,5 h. Esto, gracias a muchas quejas a la Gerente, y las instancias del Poder Popular de la Circunscripción y del Consejo Popular, con lo que: cambiaron a la Gerente (que no entendía de ninguna manera que esto fuera "organizable") y crearon un grupo Whatsapp que administra un compañero llamado Orlando y que funciona muy bien: MUY AGRADECIDA.
De acuerdo con mucho de lo que dices. Hay vulnerables y minerales. YO por ejemplo estoy operada de 5 meses de un tumor cerebral y estos momentos con un tratamiento de Radioterapia y tengo un certificado médico con mi diagnóstico y son adulto mayor que vivo solo. Oiga estoy más que vulnerables estoy enferma. El Centro Comercial de Alta Habana es donde me corresponde la compra de esos productos controlados y siempre que voy la persona que recoge la libreta me enfrenta a la cola y muchas personas Creo que no es gusto porque estoy operada de la cabeza, me doy Radioterapia y no puedo coger sol ,hacer fuerza y tengo que pagar un bicitaxy muy caro para que recoja la jaba y me regrese y me lleve a casa. Estos casos deben tener prioridad porque son alimentos y están enfermos. NO es lo mismo una persona con un bastón que un una operación en la cabeza. Los gerente o representante del gobierno o el que está al frente debe valorar y no enfrenta estos casos a la cola .Ellos recogen libretas fuera de la cola resuelven a persona de acuerdo a sus conveniencia. Aquí dónde está la atención al adulto mayor? Yo no puedo pagarle a una persona para me haga esa cola siempre que me toque comprar y los favores ya no existen en este país .Muy pocas personas son humanitarias se han perdido muchos valores.