Quien importa y revende no contribuye a desarrollar las fuerzas productivas, sino la inmovilidad que provoca el hábito de consumo, la aceptación de la incapacidad para resolver los problemas que enfrentamos frente a la creciente demanda de producciones y servicios y lo más crítico es la circulación inversa del dinero, de ningún modo hacia los bancos la moneda en CUP; mientras la divisa MLC se “escapa” fuera del alcance de nuestro país con un beneficio solo directo a las arcas de los comerciantes que olvidan los intereses de la nación.
Desde hace mucho tiempo reflexiono sobre este asunto. Con mayor énfasis en las consecuencias asociadas con la evasión fiscal. Incluso en referencia al sostenible alza de los precios hasta el punto de convertirse, algunos mercaderes, en un peligro exponencial para sus conciudadanos.
Puedo asegurar que la población reconoce que estas personas actúan bajo la impunidad del descontrol y la falta de fiscalización sobre sus actividades; pero –según los comentarios en la calle- las críticas van directamente a los responsables directos de la actividad comercial, productiva y de servicios, al nivel que corresponda, de hacer cumplir las exigencias, facultades (para establecer determinadas normativas) y aplicar las regulaciones vigentes que resulten funcionales ante los excesos.
La determinación a continuar la admisión de formas de gestión no estatales no se contradice con la estrategia para el desarrollo y la funcionalidad demostrada por los nuevos proyectos que se incorporan con el propósito de beneficiar a los habaneros. Pero estos formas de producción deben cumplir también objetivos predeterminados y sobre todo aquellos que encuentren soluciones a problemas que actualmente dependen de la importación de partes y piezas, insumos determinados que presuponen un alto costo de inversión estatal, necesaria y muchas veces imprescindibles en nuestra condición de país bajo un bloqueo genocida devenido en freno contra cualquier variable nacional en busca del desarrollo.
Escuché en dos momentos diferentes –de ahí este comentario- la intervención del Primer Ministro Manuel Marrero Cruz, hacer énfasis en estas cuestiones en dos sectores aparentemente opuestos: durante una visita al Hospital Ortopédico Internacional Frank País, en relación con la búsqueda de respuestas a la calidad del calzado ortopédico.
Señalaba su preocupación; a pesar de reconocer las limitaciones reales de recursos materiales y sugería la realización de un estudio comunitario sobre la atención a las personas de la tercera edad que requieren de la aplicación de dispositivos de ortopedia que no pueden ser adquiridos en el mercado exterior, debido al genocida bloqueo; y más recientemente durante la reunión que tuvo lugar con relación a la estrategia de La Habana para el desarrollo de producciones y servicios. En sus palabras medito y con los lectores de Tribuna de La Habana, comparto un criterio implícito en sus intervenciones: Producir lo que importa y no importar lo que podemos hacer con nuestra innovación, inventiva y soluciones propias.
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Raúl cómo van a producir si obtener materias primas es un dilema, lo que conlleva a la búsqueda del producto terminado que encarece su uso . Dígame usted dónde comprar al por mayor calzado ,vestido , leche, y otros . Consecuencia se van allá y compran se llevan La divisa y Cuba pierde . Este problema es materia del estado del gobierno
Hace 3 o 4 dias converse con una emprendedora que se quejaba de que habia comprado un contenedor de productos y aun estaba en la ZE de Mariel....!! y el trabajo que pasaban para obtener los usd para esas compras !! Para mi, resulta un misterio como es que los "emprendedores" adquieren las divisas en Cuba y las gastan en el exterior y el Estado no tiene divisas.....¿tienen estos NUEVOS ACTORES ECONOMICO la posibilidad de "imprimir" divisas en Cuba o "conectos" a nivel estatal que les "resuelven sus necesidades?