
Son apenas las 5:00 a.m. y ya de 200 a 300 personas se encuentran en las afueras de la tienda. Algunos saben qué producto van a sacar; otros están probando suerte. Entre los presentes, hay quienes tienen en la compra y reventa de productos alimenticios y de primera necesidad, su forma de vida; otros, simplemente quieren satisfacer una necesidad real.
En no pocas oportunidades, a esa hora, escanean los carné de identidad de los presentes, entregan tickets, “organizan” una cola, que en la mayoría de las veces, no comenzará a moverse hasta las 9:00 a.m. Sin embargo, ojo con este proceder, el cual, bajo el pretexto de ayudar a mantener el orden, en realidad lo que hace es premiar a quienes incumplen con lo establecido para estos tiempos de pandemia.
Basta recordar que en La Habana, debido a la COVID-19, entre las 9:00 de la noche y las 5:00 de la mañana, está limitada la movilidad de personas tanto a pie, como en cualquier tipo de transporte; entonces, ¿Cómo es posible que a las 5:00 a.m. ya se encuentren 200-300 personas, y hasta más, haciendo cola frente a una tienda? ¿Cómo logran llegar allí antes, incluso, de quienes viven a menos de una cuadra de esos establecimientos? ¿Es que acaso descubrieron cómo teletransportarse grandes distancias de forma instantánea?
Es evidente que la inmensa mayoría de quienes allí se encuentran violaron el horario de restricción de movimiento. Y digo la inmensa mayoría, pues entre esas personas puede estar alguien que viva a una cuadra o menos del establecimiento, pero si esta persona se encuentra entre los primeros de la cola, póngale el cuño que se puso a marcar mucho antes de las 5:00 a.m. Lo peor de todo es que, en no pocos centros comerciales, entre las 5:00 y las 5:10 de la mañana, ya se escanean los carné y se entregan los tickets.
Ante tales fenómenos, queda preguntarse, ¿es que lo mal hecho merece un premio? ¿Será acaso que quienes cumplen con la restricción de movimiento estarán siempre condenados a no alcanzar nada en esos lugares, o en el mejor de los casos, a tener que estar todo el día cogiendo sol y lluvia, porque quienes violaron lo establecido, coparon todos, o casi todos los números del día?
Cierto que hay pocos productos que no alcanzan para todos, pero también es verdad que muchos de los que acuden a las colas en la madrugada son revendedores. También es un hecho tangible, que se está viendo con total normalidad que, como por arte de magia, broten personas de hasta "debajo de las piedras" cuando dan las 5:00 de la mañana.
Evitarlo, comienza por establecer una mayor cantidad de puntos de ventas, llevar productos deficitarios a todos los municipios de la ciudad, como son, por ejemplo, las cajas decodificadoras. Ese sería un primer paso, pero sobre todo, hay que desterrar el hecho de premiar lo mal hecho y tomar las medidas que correspondan con quienes es evidente no puedan estar en las tiendas ni a las 5:00, ni a las 5:10; 15; 20, teniendo en cuenta el lugar donde viven.
Aplicar lo establecido para quienes violen lo dispuesto, y no premiarles dándoles un turno a las 5:00 a.m., sería lo correcto.
Otras informaciones:
Coincido que es verdad que hay pocos productos que no alcanzan para todos, pero si la organización es la base del desarrollo, porqué no aplicamos la ciencia matematica y lograr una mejor distribución de lo que tenemos. Si tengo garantía a través de la Libreta de productos, también deficitarios, cual es la resistencia en el pensamiento en aplicar variantesen la Capital. Hay territorios que han aplicado sus propias variantes y han contribuido a una mejor disciplina en este sentido y el colero y el revendedor, se la han visto bien dificiles. No podemos dejarnos vencer por la fatiga pandémica. Estoy segura que el equipo de trabajo de la Capital encontrará soluciones efectivas. Ciencia, mucha Ciencia. De momentos más dificiles hemos salido, este no puede ser diferente. Seguimos en combate.