El poligráfico donde se ubican los periódicos Granma, Juventud Rebelde, Trabajadores, Tribuna de La Habana y otras publicaciones, está en inversión. Las máquinas, la infraestructura y las redes ya lo necesitaban. Es justo, cuántos ejemplares no han salido de sus líneas desde el 4 de febrero de 1986...
En días recientes, en medio de la construcción de una cerca perimetral –cuando puertas adentro poco se ha avanzado–, fueron talados casi todos los árboles del exterior.

Algunas indagaciones entre trabajadores del centro apuntan a que el diseño retomaría una escalera que no se hizo durante la obra inicial; otros, solo levantaron los hombros... Incluso, si hubiera eventuales daños a las redes hidrosanitarias, ¿es inevitable sacrificar árboles que resistieron tormentas tropicales y sequías y dieron sombra a trabajadores del poligráfico en sus horas de descanso?
Cuando en no pocos lugares del mundo –y se ha hecho aquí, en Las Terrazas, por ejemplo– los diseños se ajustan a la naturaleza y a los árboles, en este caso, no sucedió... no había aceras levantadas, los tocones no dan señales de enfermedad, ¿qué sucedió, quién y por qué se les condenó? ¿Quién responderá por este arbolicidio?
No faltará quien diga que ya no tiene remedio y en parte es cierto. Sin embargo, puede ser una alerta a una peligrosa tendencia de cortar árboles que desde hace un tiempo deforesta la ciudad, cuando caen incluso aquellos que no se ajustan a los parámetros de los que deben ser sustituidos, por estar ya viejos y enfermos.
Esa actitud contrasta con la siembra de árboles, palmas reales y arbustos como mensajes contra la violencia y el racismo, realizada en marzo pasado, en diferentes espacios de la geografía habanera por iniciativa de la Cátedra Nelson Mandela, del Centro de Investigaciones Psicológicas y Sociológicas (CIPS), porque, al decir de su presidenta, la investigadora Rosa Campoalegre, “sembrar árboles es sembrar ideas”.
Otros argumentos apuntan a que los árboles afectarían el nuevo equipamiento que se instalará durante la inversión y que los permisos se habrían solicitado hace más de un año. ¿Será? ¿Debió ser así? ¿Por qué talaron unos y dejaron otros, será que lo que afecta la tecnología es la densidad de árboles? ¿Por qué algunas obras, lejos de adaptarse al entorno, lo subyugan? ¿Hasta cuándo el discurso del urbanismo y la planificación física andará por un lado y la realidad por otro?
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Y si fuese ese solo lugar donde han dejado sin árboles a esta ciudad, pero en la calle 19 entre 6 y 8, en el vedado, justo delante de una escuela primaria arrasaron con dos árboles, cuando no hay cerca un cable de electricidad ni a 10 metros de distancia, en esta zona del vedado últimamente a alguien le molesta n los árboles, no hay un estudio de lo que se debe hacer, es increíble.
Porque si escribi un comentario hace mas de una hora no lo colocas en la bandeja?
Le agradezco enormemente el artículo. Espero que siendo el órgano del PCC de la capital, se lo lean y actúen en consecuencia. Y luego usted pueda reportar lo que se hizo para impedir su repetición. Hay huellas de esos arboricidios por todas las calles de la capital. Es innecesario, afecta la temperatura de la ciudad, su belleza y su prestigio. Muy importante la última frase del artículo. Una vez más, agradecido por este tipo de periodismo que tanta falta nos hace! Carlos
Me parece la respuesta de la Gráfica omite lo principal, razón de eliminar árboles. El que será necesario para la nueva técnica?? Para una escalera nunca se construyó y ahora después de años se acuerdan de ella? Parece la Funcionaria Tania no entiende un árbol debe preservarse como pulmón natural en una Ciudad y brinda más espacio cuestionando a la periodista, cuando en realidad los que transitamos por zona cuestionamos a los inversores al ver ésta barbaridad mientras no se explique razón de éste arboricidio. Por otra parte, era tan difícil explicar a trabajadores el proyecto? Por cierto, la madera se botó?, pregunto, dado existen indicios en otras zonas de La Habana se han vendido partes de árboles a personas trabajan con ellas. Y pasando a otro tema con los cros. de Gráfica Habana, sería posible trasladar inquietud de miles de lectores de Bohemia que nunca recibieron la mitad de los números correspondiente al 2020 a pesar de estar pagados a Correos de Cuba mediante suscripciones, alegando ésta Empresa que no es su problema.
Muy bueno su comentario y necesario para que todos entendamos lo importante que son nuestros árboles.